Marimar ha participado en el homenaje a su hermano Miguel Ángel Blanco, el concejal del PP de Ermua (Bizkaia) secuestrado y asesinado por ETA hace 23 años.
Los jardines que llevan el nombre de esta víctima, en el distrito madrileño de Chamartín, han sido una vez más el escenario del homenaje al edil, esta vez bajo el lema «La resistencia de la dignidad».
Pero este año ha sido más especial y doloroso, porque los padres de Marimar Blanco han fallecido durante la pandemia del coronavirus. Y por eso, la presidenta de la FVT no ha podido evitar los sollozos en el inicio de su intervención, acogido por un prolongado aplauso de los asistentes.
Marimar ha estado arropada por el líder de su partido, Pablo Casado; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso; el alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida; el presidente de la asamblea autonómica, Juan Trinidad; y el consejero madrileño de Justicia, Enrique López, entre otras autoridades y representantes de los partidos.
Ha reconocido que era un aniversario «difícil», porque era el primero sin la «cercanía» de sus padres, a los que ha calificado de «excelentes» y de los que ha dicho que «siempre demostraron ante la pérdida de su hijo una infinita dignidad».
Blanco ha querido mostrar su solidaridad con todas las víctimas de la pandemia de la COVID-19, con las «miles de familias» que como la suya ha sufrido las consecuencias del coronavirus.
Ya más repuesta, ha recordado a su hermano y ha dicho que fue «elegido por ETA» porque «se sentía vasco y español, español y vasco», pero ha subrayado la respuesta de la sociedad, que lo hizo con «firmeza democrática».
Fue en ese momento, con el llamado espíritu de Ermua, cuando se marcó ya la «línea divisoria» entre demócratas y no demócratas», ha continuado Blanco antes de lamentar que estos últimos sigan sin condenar la barbarie de ETA.
Se ha referido a los resultados de Bildu en las elecciones y ha dicho que esta formación tiene «más poder político que nunca», hasta el punto que, incluso, «condiciona la política del Estado».
Ha lamentado que tres antiguos presos hayan logrado escaño en la cámara vasca y ha opinado que los principios democráticos «corren más peligro por los nacionalismos y el extremismo», que «imponen su visión excluyente».
Tras censurar los homenajes a etarras, los «ongi etorri», Blanco ha asegurado que «se quiere cerrar en falso las consecuencias del terrorismo» y, por eso, ha alabado la carta que la Fundación Miguel Ángel Blanco ha dirigido a los jóvenes en el 23 aniversario de la muerte del edil para que sean conscientes de lo que significó la barbarie terrorista.
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