El régimen de semilibertad se ha hecho efectivo hoy, por lo que los presos pasarán todo el fin de semana fuera de la cárcel, puesto que se trata de una medida de ejecución inmediata que solo puede ser suspendida o revocada por orden judicial.
A lo largo de la jornada estaban previstos actos de recibimiento a los líderes del ‘procés’ que han tenido que ser redimensionados por el coronavirus, sobre todo después de que a media mañana el Govern anunciara nuevas restricciones en el área metropolitana de Barcelona y en dos comarcas leridanas, para frenar el aumento de contagios.
Estaba previsto que fueran actos discretos, no multitudinarios, para evitar aglomeraciones en plena alarma por los rebrotes de coronavirus, si bien en algunos casos se han congregado cientos de personas para expresar su apoyo a los presos independentistas.
El primero de los actos de bienvenida de formato reducido ha tenido lugar esta mañana ante la sede de Òmnium Cultural en Barcelona, donde Jordi Cuixart, presidente de la entidad, ha expresado su «alegría inmensa» por «haber estado en la cárcel y seguir estando por defender la democracia y la libertad».
«Los únicos que tienen que tener miedo son ellos, porque nosotros no renunciaremos a seguir luchando. La cárcel no será nunca un límite», ha afirmado.
ERC ha desconvocado los actos de bienvenida organizados para esta tarde, «atendiendo a las recomendaciones del Govern para prevenir los contagios de la COVID-19», pero en la práctica sí ha habido recibimientos en la calle.
Decenas de personas han arropado, con pancartas y gritos de apoyo, al presidente de ERC, Oriol Junqueras, por las calles de Sant Vicenç dels Horts (Barcelona), municipio del que fue alcalde y donde ha podido abrazar a su padre.
En Torroella de Montgrí (Girona), también se han concentrado decenas de personas, con ‘estelades’ y carteles con los lemas «Libertad» y «Amnistía», para dar la bienvenida a la exconsellera Dolors Bassa, que a primera hora de la mañana se había mostrado «muy agradecida» y «encantadísima» con la petición de indulto de la UGT.
Por su parte, en declaraciones a RAC 1, el exconseller Raül Romeva ha relativizado esta mañana la trascendencia del tercer grado: «Es una sensación extraña porque sabemos que salimos, pero es una falsa libertad. Podremos estar el fin de semana en casa pero seguimos cumpliendo la condena. La situación cambia poco».
Por la tarde, Romeva ha sido recibido en el Ayuntamiento de Sant Cugat del Vallès por la propia alcaldesa, Mireia Ingla.
En Parets del Vallès (Barcelona), decenas de personas han acompañado la llegada del exconseller Jordi Turull, que por la mañana, también en RAC 1, había advertido de que el tercer grado «no es la libertad», aunque intentará aprovecharlo «al máximo».
Un recibimiento parecido ha tenido el exconseller Josep Rull al regresar a su municipio, Terrassa (Barcelona).
Por su parte, a la expresidenta del Parlament Carme Forcadell le esperaba un acto de bienvenida en Sabadell (Barcelona) que al final ha sido desconvocado por precaución ante la pandemia de coronavirus.
En un mensaje difundido a través de las redes sociales, Forcadell ha recalcado: «Lo que ahora tenemos no es libertad, hoy no hemos de celebrar absolutamente nada. Dicen que tenemos semilibertad, pero la libertad es o no es, no es semi, y nosotros no la tenemos».
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