Además, ha señalado que habrá que ver si las dosis de esa posible vacuna protegen a largo plazo o si es necesario ponerlas una vez al año.
«No sabremos si tendremos una o varias vacunas, habrá algunas que sean más eficaces que otras y solamente el tiempo nos dirá si verdaderamente han sido eficaces o no», ha afirmado González en una rueda de prensa celebrada en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander, donde dirige un curso sobre la covid-19.
González ha dicho que «en ciencia las prisas tradicionalmente no han sido buenas» y ha recordado que hay virus para los que no se ha conseguido vacuna, «y éste podría ser el caso»apuntado.
Sin embargo, ha destacado que «nunca antes se habían puesto tantos grupos de forma tan intensa en buscarla».
«Pero su desarrollo lleva años, y estamos corriendo demasiado, y a mí me preocuparía que en la balanza riesgo-beneficio, por las prisas, tuviéramos vacunas que no induzcan la suficiente protección y que no se haya probado realmente los niveles de seguridad», ha recalcado.
Tampoco se sabe -ha indicado- la memoria que provocará la vacuna, es decir, si habrá que ponérsela anualmente o si dará una protección a largo plazo, pero, en cualquier caso, ha enfatizado que esta «no es la única medida», y se ha mostrado partidaria de buscar también tratamientos de tipo farmacológicos.
«No hay que descartar la investigación en nuevos antivirales. Cuanto más conozcamos el sistema inmunitario, también podremos manejarlo mejor», ha dicho, antes de agregar que se está recogiendo «muchísima información en tiempo récord».
También ha abogado por encontrar algún biomarcador que permita saber qué pacientes son más propensos a enfermar de gravedad por la COVID e intentar llevar los tratamientos oportunos para que puedan superar la enfermedad.
En este sentido, ha señalado que factores como ser varón, la obesidad, las enfermedades cardiovasculares o la diabetes pueden suponer más susceptibilidad a ser graves por la COVID-19, del mismo modo que los niños tienen menos posibilidades de infectarse y si lo hacen también es menos probable que sean graves, al contrario que los ancianos.
González también ha reconocido que le preocupa que haya movimientos contrarios a la vacunación y a la mascarilla que «niegan la evidencia», y ha indicado que en todas las infecciones nuevas hubo grupos así, como con el sida o la gripe A. «Es una irresponsabilidad», ha aseverado.
AM