En una entrevista en la emisora RAC1, López ha señalado que «la juventud, en verano, tiene muchísima actividad nocturna», actividad en la que las autoridades sanitarias han detectado uno de los principales focos de contagios, por lo que se ha decretado el cierre de discotecas, karaokes y salas de baile y de fiestas.
«Después de los test masivos, lo que nos queda es aplicar restricciones a las relaciones. Confinamientos, o bien en el espacio o en el tiempo. En espacios, puede ser de un edificio, un barrio, una ciudad, una comarca determinada. Y en cuanto al tiempo se puede hacer, por ejemplo, durante las noches. La juventud, en verano, tiene muchísima actividad nocturna. Y esto podría ser una ayuda», ha sugerido el científico.
Según el investigador de la UPC, que hace un seguimiento diario de los datos epidemiológicos de la pandemia, «la situación es alarmante. Tenemos 60 muertos semanalmente. Y si continúan creciendo los contagios, esta situación aún irá a más. Es el momento de dar nuevos pasos porque no hemos conseguido frenarlo».
«En Cataluña -según López- tuvimos un crecimiento, y se actuó reforzando la atención primaria e instaurando campañas de test masivos. Y tenemos que estar contentos porque se ha frenado el crecimiento, pero lo que no hemos conseguido es detenerlo».
El biofísico ha advertido de que «si la situación se mantiene, se nos puede escapar de las manos en cualquier momento y se hará difícil volver a las escuelas con normalidad».
Para el científico de la UPC, «el lugar más preocupante son las áreas metropolitanas. No porque tengan peor situación desde el punto de vista numérico, sino por la densidad de población y la cantidad de gente comunicada, lo que hace muy difícil detener los contagios».
«En buena parte de Cataluña tenemos una situación estancada. Y eso es preocupante, porque significa que el virus se nos escapa por algún punto concreto», ha manifestado el científico, favorable a implementar «alguna medida más si queremos empezar el curso escolar con una cierta normalidad».
AM