Los muros y las cercas que aseguran las fronteras nacionales podrían dificultar que casi 700 especies de mamíferos se adapten al cambio climático debido a que esas barreras creadas por seres humanos restringirían los movimientos de animales entre países para encontrar lugares más hospitalarios para vivir.
Así se explica en un estudio dirigido por la Universidad de Durham (Reino Unido) y publicado en la revista ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’. Este trabajo es el primero en observar cómo las fronteras artificiales repercuten en la vida de mamíferos.
Los investigadores identificaron 32.000 kilómetros de fronteras que están fortificadas con vallas y muros, y que tienen el potencial de evitar que un gran número de animales se muevan a entornos más adecuados.
En total, analizaron el efecto del cambio climático en el movimiento de 12.700 especies de mamíferos y aves cuyos hábitats podrían verse afectados por el aumento de las temperaturas globales y, por consiguiente, a encontrar nuevos hogares. Descubrieron que la pérdida de especies de aves y mamíferos sería mayor en los países más pobres con menores emisiones de CO2.
De las barreras que separan países, el muro fronterizo entre Estados Unidos y México, las cercas a lo largo de la frontera entre China y Rusia, y las cercas que se están construyendo a lo largo de la frontera entre India y Myanmar podrían ser las más dañinas ecológicamente.
El muro fronterizo entre Estados Unidos y México por sí solo podría obstruir el movimiento de 122 especies de mamíferos desplazadas por el cambio climático, entre ellos el lobo mexicano, el jaguar y la zarigüeya común.
Los mamíferos que podrían verse afectados por fronteras artificiales en todo el mundo incluyen leopardos, tigres, el antílope saiga, el guepardo y el yaguarundí, que se encuentran en peligro crítico de extinción.
Además de considerar las fronteras políticas, los investigadores también compararon los impactos probables del cambio climático en curso sobre las especies dentro de los países. Descubrieron que la pérdida de biodiversidad probablemente sea más severa en países menos responsables de las emisiones que impulsan el cambio climático.
INICIATIVAS
Según los autores, un tercio de los mamíferos y las aves necesitarán encontrar hábitats adecuados en otros países en 2070 debido al cambio climático y es más probable que este movimiento ocurra entre la selva amazónica y los Andes tropicales, alrededor del Himalaya y en partes del centro y este de África.
Por ello, proponen más iniciativas de conservación transfronterizas y corredores de hábitats, e instan a los líderes mundiales a reducir el riesgo para la biodiversidad comprometiéndose con ambiciosas reducciones de gases de efecto invernadero cuando se reúnan en la Cumbre del Clima que previsiblemente tendrá lugar el próximo mes de noviembre en Glasgow (Reino Unido).
«Las especies de todo el planeta están en movimiento a medida que responden a un clima cambiante. Nuestros hallazgos muestran lo importante que es que las especies puedan atravesar fronteras nacionales a través de hábitats conectados para hacer frente a este cambio. Las fronteras fortificadas con muros y vallas representan una seria amenaza para cualquier especie que no pueda cruzarlas», apunta Stephen Willis, del Departamento de Biociencias de la Universidad de Durham.
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