El veredicto, que se ha alcanzado por unanimidad, considera probado que el acusado acabó con la vida de su pareja asestándole hasta 16 puñaladas con un cuchillo de cocina, como el propio exmarine admitió durante su declaración, en la primera sesión del juicio, celebrado en la Audiencia de Alicante.
En ese momento confesó que había actuado motivado por los celos tras verla con tres hombres distintos en la misma noche y mostró síntomas de arrepentimiento al añadir que había cometido “una falta muy, muy grave” y que “nunca lo tendría que haber hecho”, ya que “nunca podría existir una excusa para terminar con la vida de una persona”.
El jurado ha motivado su conclusión tanto en el reconocimiento de los hechos por parte del acusado como en el hallazgo de restos de ADN de la víctima y del procesado en la cinta americana con la que envolvió el cuerpo de la mujer.
También ha estimado que en la actuación del exmarine holandés habrían concurrido las agravantes de alevosía, de género y la de ensañamiento, al considerar que la víctima no tuvo la oportunidad de defenderse tras haber recibido dos primeras puñaladas por la espalda y no tener posibilidad de huida.
Sobre el ensañamiento, el jurado concluye que el acusado causó un sufrimiento innecesario a su pareja, puesto que, según los informes forenses, las tres primeras puñaladas fueron mortales. Al respecto, el veredicto añade que las trece restantes se produjeron cuando la mujer ya estaba postrada en el suelo.
Al tiempo, ha descartado la atenuante de confesión alegada por la defensa, al considerar que los investigadores relataron que habrían llegado al esclarecimiento de los hechos y a la detención del acusado igualmente. De igual modo, el jurado ha resuelto que el procesado era consciente de sus actos en el momento de los hechos, sin tener sus facultades y su voluntad afectadas por el supuesto consumo de alcohol y cocaína.
Tras la emisión del veredicto, la causa queda vista para sentencia, en la que deberá determinarse la imposición de la condena. Inicialmente, la Fiscalía, las acusaciones particulares, ejercidas por familiares de la víctima, y la acusación popular, representada por la Generalitat, coincidieron en solicitar para el acusado la imposición de 25 años de prisión como responsable de un delito de asesinato, en base al conjunto de agravantes estimadas por el jurado.
Con todo, tras la lectura del veredicto, el conjunto de las acusaciones ha rebajado la solicitud de condena a 24 años, al margen de proponer que el acusado indemnice a la madre y a los dos hijos menores de edad de la víctima con cantidades que oscilan entre los 12.000 (en el caso de la madre) y entre 100.000 y 140.000 euros para cada hijo.
El abogado defensor, por último, también ha propuesto una modificación de su solicitud y ha planteado que se le condene a 17 años de privación de libertad. EFE