Este martes, en un evento organizado por la Fundación Altius en colaboración con el Vicerrectorado de alumnos y formación integral de la Universidad Francisco de Vitoria (UFV), se planteó una pregunta crucial: «¿Puede ser la cárcel un espacio educativo?».
Este encuentro, que contó con la participación de expertos, entidades sociales y personas que han experimentado la vida en prisión, se propuso como un punto de inicio para futuras iniciativas y actividades que buscan mejorar el entendimiento y la intervención social en las prisiones.
La jornada, celebrada en el Aula Magna de la UFV, tuvo como invitado especial a Ángel Luis Ortiz González, Secretario General de Instituciones Penitenciarias del Ministerio del Interior. El evento se centró en una realidad a menudo ignorada: las personas privadas de libertad y sus familias, un grupo frecuentemente invisible y tratado con indiferencia por la sociedad.
El debate giró en torno a cómo se puede trabajar durante las diferentes fases de la condena para fomentar la reinserción, la reparación y mitigar el impacto de la estancia en prisión en los individuos y sus familias. Fernando Viñado, Vicerrector de Alumnos y Formación Integral de la UFV, enfatizó la importancia de este enfoque, declarando que «desde las distintas disciplinas formativas y educadoras de la universidad, queremos aportar a nuestros alumnos un acercamiento a esta realidad para trabajar en la reinserción y en el regreso a la sociedad de este colectivo».
La primera mesa redonda, titulada «¿Qué es y qué no es la prisión?: la huella de la prisión en el alma de sus moradores«, fue dirigida por Enrique Arnanz, Presidente del Patronato de la Fundación Esplai. Arnanz subrayó la necesidad de la reinserción, afirmando que «se necesita restaurar el daño provocado y generar responsabilidad en el recluso, así como dar a la prisión un carácter educativo porque no podemos negar al recluso el derecho a cambiar».
El evento también incluyó testimonios de personas que han vivido o están viviendo la experiencia carcelaria, destacando que «la persona que delinque se encuentra en un estado de carencia de valores y para que haya reinserción es necesaria que tome conciencia del daño causado».
El último segmento contó con la participación de profesionales del derecho, instituciones penitenciarias y una ONG especializada en el acompañamiento a presos. Entre ellos, Ester Pascual, Directora de Criminología de la UFV; Guadalupe Rivera, Subdirectora General de Medio Abierto y Penas y Medidas alternativas, de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias; y Álvaro Crespo, Responsable de Prisiones en la entidad Solidarios para el Desarrollo, quien resaltó la importancia del voluntariado en el apoyo a los presos y sus familias.
El director de la Fundación Altius, Pablo Aledo, concluyó el evento agradeciendo la participación y el apoyo de la UFV y todos los asistentes, reafirmando el compromiso de Altius y la UFV en continuar desarrollando y trabajando en propuestas para abordar las necesidades de esta realidad social.