Mientras el mundo se sumerge en las festividades de fin de año, llega un espectáculo celestial, la última luna llena de 2023.
Este fenómeno astronómico, que se situa en la constelación de Cáncer, marca no solo el final del año sino también el comienzo del invierno, siendo la primera luna llena post-solsticio. Los aficionados a la astronomía pueden disfrutar de este evento este miércoles 27 de diciembre, cuando la luna alcance su esplendor máximo a la 01:33 de la madrugada, hora española.
El significado detrás del nombre de la Luna
Conocida como «Luna Fría» o «Luna de las Heladas», esta luna llena lleva un nombre que refleja las características típicas del invierno en el hemisferio norte. En años donde la luna llena de diciembre precede al solsticio de invierno, se le conoce como «Luna Llena de las Largas Noches» o «Luna Antes de Yule». Sin embargo, este año, al ocurrir después del solsticio, recibe el nombre de «Luna Fría», «Luna de las Heladas» o «Luna de Roble». Este último nombre, particularmente intrigante, se vincula con la leyenda nórdica de Yule y el solsticio de invierno, marcando el fin del reinado del Rey del Acebo y el comienzo del del Rey del Roble, un símbolo del eterno ciclo de muerte y renacimiento.
Consejos para observar la Luna llena
Para aquellos interesados en observar este fenómeno, se recomienda buscar un lugar con cielo despejado, libre de obstáculos como árboles o edificios, y donde la contaminación lumínica sea mínima. Afortunadamente, la luna llena del 27 de diciembre será lo suficientemente brillante como para disfrutarse sin la necesidad de telescopios.
Después de este evento, el invierno nos regalará dos lunas llenas adicionales, una el 25 de enero en la constelación de Leo y otra el 24 de febrero, un día de bisiesto, en la constelación de Virgo. Aunque estos dos primeros eventos lunares de 2024 no coincidirán con eclipses, los entusiastas del cielo nocturno pueden esperar un eclipse lunar penumbral en marzo.