Casi todas las comunidades autónomas se enfrentarán a una climatología adversa durante la última semana de febrero. La excepción es Extremadura, que parece librarse de los avisos que han puesto en jaque al resto del país. Ceuta también se mantiene al margen de las preocupaciones climáticas, a diferencia de Melilla, que enfrenta alertas por condiciones de viento y oleaje peligrosas.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha señalado que este fenómeno se debe a una circulación atlántica posfrontal, lo que ha llevado a emitir avisos amarillos y naranjas en respuesta a una variedad de condiciones climatológicas adversas por precipitaciones, vientos fuertes, oleaje elevado y nevadas. Estos eventos climatológicos afectarán desde las Islas Baleares hasta la Comunidad de Madrid, pasando por Cataluña, Navarra, y otras regiones, poniendo en alerta a una vasta porción del territorio español.
Alerta en casi todas las comunidades
Los vientos, que pueden alcanzar velocidades de hasta 90 km/h en ciertas áreas, como la Cordillera Cantábrica y el Valle de Almazora, plantean un riesgo significativo de daño y disrupción. Esta situación se ve agravada en las Islas Canarias, donde el viento alisio llega con rachas extremadamente fuertes, y varias islas se encuentran bajo alerta amarilla, ascendiendo a naranja en La Palma debido a las condiciones costeras adversas.
El oleaje no se queda atrás en cuanto a peligros, con varias comunidades costeras con avisos por mar agitado. Además, la lluvia se suma a la lista de preocupaciones, especialmente en Cantabria, Navarra y el País Vasco, donde se anticipan precipitaciones localmente intensas o persistentes.
La nieve también hace su aparición, afectando principalmente a las regiones montañosas del norte, donde se esperan acumulaciones significativas. Estas condiciones no solo afectan la viabilidad de las carreteras sino que también anuncian un descenso en las temperaturas a lo largo de casi todo el país, con heladas previstas en varias zonas de montaña y en las proximidades de la meseta Norte y este de la meseta Sur.
Las recomendaciones ante este panorama climatológico incluyen la preparación ante posibles cortes de servicios, la adecuación de las viviendas para enfrentar el frío y, sobre todo, el seguimiento constante de las actualizaciones meteorológicas para evitar situaciones de riesgo.