Aitana ya no es la niña que conocimos hace siete años en Operación Triunfo. La artista ha experimentado una evolución significativa con el tiempo y, como ella misma ha reivindicado en más de una ocasión, lucha diariamente para dejar atrás su imagen infantil y convertirse en la mujer que desea ser.
Durante los Elle Style Awards, concedidos por la revista de moda Elle, Aitana se plantó frente al micrófono y pronunció, por primera vez tras recoger ese premio, un discurso en el que abogó por la libertad y el disfrute de un “trabajo maravilloso” sin recibir comentarios machistas. La cantante destacó en su alegato cómo ha aprendido a ignorar los consejos y observaciones provenientes de perspectivas machistas, perfeccionando su “audición selectiva”.
En palabras de la artista, este ha sido un proceso clave para proteger su bienestar emocional y profesional. “Lo que realmente me molesta es que no me dejen expresarme como quiero”, afirmó Aitana, refiriéndose a los polémicos bailes de su gira Alpha que escandalizaron a muchas familias: “Todas sabemos que hay que cantar y bailar y ya habéis visto lo que pasa. A veces, una madura y mueve el culo de una forma que estará bien para otras, pero que es impropio para mí”.
Aitana reiteró su compromiso con sus seguidores, especialmente con las mujeres jóvenes. “Soy consciente de la influencia que tengo y me preocupo mucho por ellas, por transmitirles seguridad en sí mismas, independencia y autoestima. Estoy orgullosa de que mis letras reflejen el mundo y les ayude a entenderlo”, pronunció.
Además de compartir su lucha contra los estereotipos de género, la artista abordó cómo estos prejuicios afectan la percepción del público sobre su música y autoría. “Cuando una mujer reclama su crédito como autora, ya sea en solitario o con colaboradores, siempre se cuestiona su aportación real”, explicó Aitana, destacando una doble moral que no se aplica a los hombres.
La catalana también expuso el esfuerzo diario que implica lidiar con comportamientos machistas: “No me lo ponen fácil, no sé lo que pasa por la cabeza de un hombre que se atreve a tocar el timbre de mi casa de madrugada, despertándome. Es posible que se imagine que estoy sola, ¿pero de verdad se cree que si fuera así abriría la puerta a un desconocido?”.
Estas actitudes, según la artista, obligan a las mujeres a cuestionarse qué ven los hombres al mirarlas, permitiéndose comentarios que jamás harían a un hombre y que a ellos les ofenderían. “El más denigrante y más común en mí es que me llamen ‘producto de una discográfica’. Porque no solo te despersonaliza, sino que te arrebata la identidad y la creatividad, considerándote una marioneta de una compañía”, añadió.
Aitana subrayó que el machismo no tolera que el ideal femenino, inocente y juvenil, se transforme en una mujer. Sin embargo, aseguró que la gran suerte de las mujeres en esta industria es tenerse las unas a las otras.
Con su discurso, Aitana Ocaña no solo reafirma su posición como una voz poderosa contra el machismo, sino también como un modelo a seguir para las jóvenes que buscan seguridad y autoestima en sí mismas.