La habitual tranquilidad del popular mercadillo de Majadahonda, que se celebra cada sábado en esta localidad madrileña, se vio abruptamente interrumpida el pasado día 6 de julio debido a una amenaza de bomba que resultó ser falsa. A las 10:00 horas, la Policía Local recibió dos llamadas anónimas de una persona utilizando una voz robótica, alertando de que «si no se desalojaba el mercadillo, iba a explotar una bomba».
La amenaza generó momentos de alta tensión. De inmediato, los agentes de la Policía Local, en coordinación con la Guardia Civil, acordonaron la zona y evacuaron a los cientos de visitantes y vendedores que ya se encontraban en el lugar. Los protocolos de seguridad se activaron rápidamente, y el equipo especializado en desactivación de explosivos realizó una minuciosa revisión del área.
Tras una exhaustiva inspección, las autoridades determinaron que no había ningún artefacto explosivo y procedieron a reabrir el mercadillo pocos minutos después. Sin embargo, el incidente dejó a muchos comerciantes y visitantes preocupados y molestos.
La falsa alarma ha alimentado la tensión en el vecindario, donde en las últimas semanas se han intensificado las quejas de algunos residentes por la expansión del mercadillo y el ruido asociado a su actividad. La oposición municipal ha criticado la gestión del equipo de gobierno local, liderado por el Partido Popular, y ha instado a que se tomen en serio las preocupaciones de los vecinos afectados.
En redes sociales, los sentimientos de frustración y enojo fueron evidentes. Una usuaria de TikTok compartió su indignación, sugiriendo que la falsa amenaza podría haber sido un acto deliberado de sabotaje por parte de los vecinos descontentos.
«Esto es lo que han conseguido los vecinos de Majadahonda, que como siempre se están quejando del ruido que hacemos, se han inventado que hay una bomba. Esto es lo que han conseguido, jorobarnos el día del mercadillo hoy. No lo van a conseguir, pero no chicos, no lo van a conseguir, ni amenaza de bomba ni nada, todo mentira», expresó en su vídeo.
La Policía Local y la Guardia Civil continúan investigando el origen de la llamada. Por el momento, no se han identificado sospechosos, pero las autoridades no descartan ninguna hipótesis y trabajan para aclarar si el incidente fue un intento de boicot o simplemente una broma de mal gusto.
A pesar de la interrupción temporal, el mercadillo reanudó su actividad habitual y los comerciantes volvieron a sus puestos, decididos a no dejarse amedrentar por el susto. Mientras tanto, el debate sobre el impacto del mercadillo en la comunidad de Majadahonda sigue abierto, con posturas encontradas entre defensores y críticos de esta popular actividad semanal.