Después de varias semanas de intensas erupciones, el monte Etna, el volcán más grande de Europa, ha vuelto a rugir. El cráter conocido como Vorágine del Etna, situado a unos 3.000 metros sobre el nivel del mar, se convirtió en una espectacular fuente de ardiente magma y desprendió una columna de humo de ocho kilómetros de altura. Esta potente emisión de lava y cenizas, la tercera del mes, obligó a cerrar el aeropuerto más importante de Sicilia, el de Catania.
La actividad volcánica comenzó pasadas las cuatro de la madrugada, llenando de polvo el espacio aéreo y provocando la suspensión de todas las operaciones de llegada y salida en el aeropuerto. Esta medida, en plena temporada estival, obligó a cancelar y desviar un elevado número de vuelos, afectando a miles de pasajeros.
A lo largo de la jornada, el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología de Italia ha constatado un aumento de la frecuencia y amplitud de los eventos infrasónicos, aquellos que no alcanzan el oído humano, indicando que la situación no parece que vaya a calmarse pronto. Los temblores arrojaban valores muy altos y los rugidos del volcán eran constantes.
Sin embargo, a mitad de la tarde, el aeropuerto de Catania anunció la progresiva reanudación de su actividad. La nube volcánica, que se movió en dirección sur-sureste, cubrió las calles de Catania y otras poblaciones cercanas con una capa de ceniza oscura durante todo el día, obligando a ciudadanos y turistas a protegerse con sombreros y paraguas. A media mañana, el INGV emitió una alerta roja para la aviación civil y fuentes aeroportuarias informaron de que los despegues y aterrizajes se retomarían una vez finalizase el fenómeno de las cenizas y se retiraran los restos de material depositados en las infraestructuras aeroportuarias. Para algunos vuelos de llegada, se asignaron aeropuertos alternativos.
El Etna, que mantiene una fuerte actividad volcánica desde hace semanas, ya expulsó el pasado 16 de julio una gran colada de lava y una columna de cenizas de seis kilómetros de altura que también afectó a las localidades de la zona. Muy cerca, el volcán Estrómboli también ha mostrado actividad en los últimos días.
La intensa actividad del Etna ha provocado no solo el cierre temporal del aeropuerto de Catania sino también retrasos y cancelaciones de numerosos vuelos. La SAC, empresa que gestiona el aeródromo, informó que las operaciones se reanudarán cuando el fenómeno de las cenizas finalice y se retiren los restos de material depositados en las infraestructuras aeroportuarias.