Hace 16 años, Ángeles Zurera desapareció en Aguilar de la Frontera, Córdoba, y la Guardia Civil continúa su incansable búsqueda. En un nuevo esfuerzo por encontrar su cuerpo, las autoridades han comenzado nuevas excavaciones en un terreno agrícola cercano a Monturque, utilizando maquinaria pesada como retroexcavadoras. Aunque la jornada de búsqueda concluyó sin hallazgos significativos, no se descarta continuar explorando otras ubicaciones basándose en información reciente.
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Ángeles Zurera fue vista por última vez el 2 de marzo de 2008, cuando salió de su casa tras recibir una breve llamada de su exmarido. Desde aquel día, el caso ha estado rodeado de misterio, sin que se haya encontrado una pista concluyente sobre su paradero. Manuel, su exmarido, ha sido el único sospechoso desde el inicio de la investigación, pero la falta de pruebas ha impedido avanzar en los cargos judiciales contra él.
En un intento por encontrar alguna evidencia, el pasado 16 de agosto se utilizó un georradar para analizar un terreno agrícola en las proximidades de una antigua depuradora. Sin embargo, la excavación llevada a cabo este miércoles no ofreció resultados concretos, lo que ha representado otro duro golpe en la larga búsqueda de justicia para Ángeles. Pese a ello, la Guardia Civil mantiene el caso como una prioridad, y continúa explorando la posibilidad de ampliar la búsqueda a otras áreas, basándose en la nueva información obtenida sobre el posible paradero de los restos de Zurera.
El paso del tiempo ha complicado la resolución de este caso. La falta de pruebas contundentes ha sido un desafío constante para los investigadores, quienes han realizado múltiples búsquedas en vertederos y propiedades vinculadas a Manuel. La presión aumenta, ya que en cuatro años el caso podría prescribir, lo que pondría fin a cualquier posibilidad de llevar al culpable ante la justicia. Este escenario ha llevado a las autoridades a intensificar sus esfuerzos en una carrera contra el tiempo.
La familia de Ángeles Zurera, que ha vivido más de una década de incertidumbre y dolor, sigue esperando respuestas. Aunque las excavaciones recientes no han dado los frutos esperados, la Guardia Civil permanece comprometida en la búsqueda, con la esperanza de cerrar uno de los casos más desafiantes en la historia reciente de España. El deseo de justicia por Ángeles sigue vivo, y cada nueva búsqueda renueva la esperanza de que algún día se pueda esclarecer su desaparición y dar paz a su familia.