El Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) ha presentado este mes el estudio Transaludes, la primera investigación a nivel nacional centrada en la salud de las personas trans y/o no binarias, con el objetivo de identificar barreras y mejorar su acceso a los servicios sanitarios. Este trabajo, financiado por el Plan Nacional sobre Drogas y el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, destaca que un 40% de los participantes considera que los profesionales de salud no están capacitados para atenderles adecuadamente.
La encuesta incluye datos sobre la visibilidad social, procesos administrativos y médicos de transición, salud física y mental, y experiencias de discriminación. Un hallazgo notable es que solo un 10% de los encuestados se ha visibilizado en todas las esferas de su vida, mientras que muchos enfrentan barreras administrativas para cambiar nombre o sexo registral, especialmente en el caso de personas no binarias.
Respecto a las transiciones médicas, las dificultades son, por ejemplo, el temor a la discriminación y las largas listas de espera en la sanidad pública, lo que lleva a dos tercios de quienes optan por intervenciones quirúrgicas a acudir al sistema privado. Además, personas con diagnósticos de salud mental o peso corporal elevado tienen más obstáculos para acceder a tratamientos.
La salud mental ocupa un lugar importante en el informe. Problemas como la depresión, la ansiedad y la ideación autolítica son frecuentes, especialmente entre jóvenes, y más de la mitad de los encuestados asegura no poder costear la atención psicológica que necesita.
Violencia y discriminación al colectivo trans
El informe subraya que prácticamente la totalidad de los participantes ha sufrido algún tipo de violencia transfóbica o discriminación a lo largo de su vida, y casi la mitad ha sido agredida. Estas agresiones tienen un impacto en la salud del 80% de quienes las han sufrido. Además, las cifras de violencia sexual hacia este colectivo son alarmantes, evidenciando la necesidad de desarrollar estrategias de prevención y protección.
Hacia un enfoque despatologizante
La científica María José Belza, quien lidera el estudio estudio, destaca que “es importante entender que la salud, y especialmente la salud mental, está muy influenciada por las situaciones de discriminación y otros tipos de violencia a las que las personas trans se enfrentan”. El informe llama a un cambio de paradigma que aborde la salud de esta población desde un marco despatologizante y no estigmatizante.
Limitaciones del informe Transaludes
Aunque el informe Transaludes representa un avance importante al abarcar personas de todas las comunidades autónomas y diversas áreas geográficas, el estudio tuvo baja participación de mayores de 50 años y personas afectadas por la brecha digital. Pese a estas limitaciones, los datos ofrecen una base sólida para desarrollar políticas públicas inclusivas.