Las vacaciones de Semana Santa de los duques de Palma no han pasado en absoluto desapercibidas. Iñaki Urdangarín y la infanta Cristina han pasado unos días en la Toscana italina junto a sus hijos, donde han disfrutado de una comida de lo más lujosa.
En la localidad de Castellina in Chianti se encuentra el restaurante Albergaccio di Castellina, dotado con una estrella Michelin. Allí fue donde acudió la familia a hacer acopio de un ágape digno de gente de un nivel económico muy alto: «Es un restaurante de alto nivel, tal y como reflejan sus precios. Lo recomendaría solo si tienes dinero disponible.», comentaba Marisa Martín Blázquez en el Programa de Ana Rosa.
Rodeados de varios escoltas y ajenos a su inminente cita judicial (se producirá en menos de 24 horas), la familia disfrutó en un ambiente «distendido» de estos días de tranquilidad previos a la tormenta que se les avecina. En un destino de lujo, los duques de Palma no escatimaron en nada, aunque este miércoles 8 de abril expire el plazo que tiene la Intanta Cristina para hacer efectivo el pago de los 2,6 millones de euros de responsabilidad civil por su supuesta implicación en el 'Caso Nóos', mientras que Iñaki Urdangarín debería hacer frente al pago de alrededor de unos 15 millones de euros.
«Se sentaron seis personas a cenar, dos adultos y varios adolescentes», declara uno de los camareros que atendió a los duques (acompañados de sus hijos) a Vanitatis. Este hecho contrasta con la supuesta recomendación de los abogados de Urdangarín, que le habrían propuesto declararse insolvente para así no hacer frente a la multa impuesta por el juez José Castro.