En una ceremonia emblemática en la Academia General Militar, la princesa Leonor ha compartido un momento significativo con otros 560 cadetes: la recepción del sable de oficial. Este acto, uno de los más tradicionales en la historia de la academia, señala no solo el comienzo formal de su formación como futuros oficiales, sino también asumir un compromiso con valores fundamentales para la institución.
El general de brigada Manuel Pérez López, director de la academia, presidió la ceremonia en la que los cadetes de segundo año otorgaron los sables a los recién ingresados. El acto, más allá de su relevancia simbólica, marca la primera vez que los nuevos cadetes participan en esta tradición y reafirma su título como caballeros y damas cadetes.
Aunque hoy en día el sable se usa predominantemente en ceremonias solemnes, su significado va más allá de un mero ornamento. Representa el liderazgo y el mando que estos cadetes ejercerán en el futuro. Es un recordatorio tangible de la responsabilidad que conlleva ser un oficial y de los valores que deben personificar: patriotismo, honor, lealtad y servicio. Estos principios están inscritos en el decálogo del cadete y forman la base de su formación ética y moral.
La implicación activa de los cadetes de segundo año no solo reafirma la continuidad de las tradiciones, sino que también subraya el lazo fraternal que se forma entre generaciones en la academia. Estos cadetes, al haber avanzado un año en su formación, asumen la responsabilidad de pasar la antorcha a sus compañeros más jóvenes, materializada en la entrega de los sables.
Durante el evento, discursos pronunciados por los cadetes más destacados de las promociones LXXXII y LXXXIII resaltaron la vida de servicio y sacrificio que han elegido. Asimismo, destacaron el compromiso inquebrantable de enfrentar los desafíos de la vida militar con el objetivo de encarnar el «espíritu de La General», esencia que une a todos los oficiales formados en la academia.
La carrera militar de la princesa Leonor, que está a punto de cumplir 18 años, comenzó el 18 de agosto. Esta etapa representa el inicio de un camino que la llevará a ser la primera mujer en ejercer el mando supremo de las Fuerzas Armadas. Esta decisión sigue la tradición iniciada por su padre y su abuelo, el rey emérito. A medida que continúa su formación, la princesa Leonor enfrentará un riguroso plan de estudios que incluye experiencias en diferentes ramas de las fuerzas armadas, garantizando una preparación completa y diversa.
Mientras la princesa Leonor continúa su formación, el próximo evento importante en su agenda es una presentación junto a sus compañeros cadetes ante la virgen del Pilar, el 6 de octubre. Esta presentación será el preludio de su Jura de Bandera.
La tradición y la innovación se unen en esta nueva etapa de la Academia General Militar, que acoge a la princesa Leonor y a otros 560 cadetes decididos a servir con honor y lealtad a su país.
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