La salud del rey Carlos III de Inglaterra ha dado un giro inesperado tras una intervención quirúrgica destinada inicialmente a tratar un agrandamiento benigno de la próstata.
Los médicos descubrieron durante la intervención una forma de cáncer, confirmada más tarde, lo que ha llevado al monarca a posponer sus compromisos públicos.
La Familia Real emitió un comunicado para evitar así cualquier tipo de especulación, asegurando que Carlos III continuará cumpliendo con sus deberes oficiales.
A pesar de la transparencia en el diagnóstico del rey, lo que sí se ha cuestionado es la falta de información sobre el estado de salud de la Princesa de Gales, Kate Middleton, después de una cirugía abdominal.