Como ya es tradicional, el Rey Felipe VI ha pronunciado este martes 24 de diciembre, día de Nochebuena, su mensaje de Navidad, el undécimo de su reinado.
El hilo argumental del discurso del monarca ha girado en torno al «bien común, por encima -ha subrayado en diversas ocasiones- de disquisiciones políticas». Y la primera vez que se ha referido a esa expresión ha sido para dirigirse a las administraciones que han gestionando (y continúan gestionando) la DANA.
«Hay que sacar las enseñanzas necesarias -ha manifestado- que nos fortalezcan como sociedad y nos hagan crecer como nación». Felipe VI, que ha elogiado la labor desarrollada por vecinos de los municipios afectados, sanitarios, efectivos de Protección Civil, bomberos, Fuerzas Armadas, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, voluntarios… ha puesto en el punto de mira a las administraciones, a las que ha mandado un mensaje muy claro: «Hay que tener conciencia del bien común».
En un tono emotivo, pero sereno, ha recordado a las 800.000 personas que se han visto afectadas y que, gracias al trabajo de «todos» podrán ir «recuperando poco a poco la normalidad». Él, junto con la Reina Letizia, ha podido comprobar hasta en cuatro ocasiones la situación de los municipios afectados.
El Rey ha apelado al «consenso» para que los ciudadanos «recuperen la confianza en nuestras instituciones»
«La solidaridad, en su sentido más puro, ha puesto de manifiesto de lo que somos capaces cuando actuamos juntos», ha dicho el monarca, quien también ha puesto sobre la mesa que es entendible «la frustración, el dolor, la impaciencia» de los que se vieron afectados y no recibieron las ayudas cuando las necesitaban», ha remarcado.
De ahí que haya instado a los poderes públicos a que las «ayudas lleguen cuanto antes a todos los que las necesitan» y que haya acuerdos «en lo esencial», y no sólo en lo referido a la DANA.
El Rey ha seguido su discurso apelando a la necesidad de que las administraciones, los partidos políticos, prioricen el «bien común» y el «consenso», como centro de «la esfera de lo público».
Se ha referido a la «inestabilidad internacional», a la crispación políticas, a las dificultades de acceso a la vivienda, a la inmigración… Y ha pedido a todos los «actores implicados» en estos asuntos en que «reflexionen» para lograr la «confianza de los ciudadanos en nuestras instituciones».