Puede que sea de las pocas veces en las que los galardones del mundo del cine queden en un segundo plano por una polémica «tan presidencial». Y es que, para sorpresa de todos, Julie Gayet hizo acto de presencia en la ceremonia de la trigésimo novena edición de los premios César.
La supuesta amante de Hollande hizo creer a todo el mundo que, tras la polémica, no acudiría al certamen a pesar de estar nominada como mejor actriz secundaria. Finalmente no ganó, pero el protagonismo que le otorgaron las cámaras era digno de una de las premiadas, quitándole plano a personajes tan destacados como Quentin Tarantino o Scarlett Johansson.
Dejando a un lado el 'affaire' de Hollande con la actriz, la noche de los premios franceses con más reconocimiento internacional dio como gran ganadora a la película 'Les Garçons et Guillaume à table!' de Guillaume Gallienne, la cual obtuvo 5 galardones como mejor largometraje, montaje, primer filme, mejor actor y adaptación. La superproducción de Guillaume ya partía como la gran favorita, nominada en 10 ocasiones de las que la mitad bastaron para enaltecer la figura del director, quien también fue aplaudido por su doble papel de madre e hijo.
Por el contrario, de la que mucho se esperaba y que finalmente se fue con las manos casi vacías fue 'La vie d'Adèle', ya que a pesar de sus ocho nominaciones (entre ellos la de mejor película), solo pudo llevarse los premios a mejor actriz y mejor actor revelación.
En la categoría a mejor director, Roman Polanski fue premiado una vez más por 'La Vénus à la fourrure'. Ésta se convierte en la octava estatuilla y su cuarta como mejor cineasta.
El César de honor se lo llevó la guapa y últimamente polémica Scarlett Johansson, quien recibió el premio de la mano del director Quentin Tarantino. La que fue musa de Woody Allen en 'Match Point' fue elogiada por el público francés por toda su trayectoria profesional.
Pero ni la musa de un director de renombre ni el mismísimo Roman Polanski obtuvieron tanto revuelo mediático como el que causó Julie Gayet, que a pesar de la agitación creada en el Eliseo no es impedimento para continuar con su agenda.