No es el personaje protagonista, pero cuando las cámaras le enfocan sabe cómo acaparar toda la atención. Rubén Cortada es uno de los nuevos descubrimientos del mundo de la interpretación que ha conseguido entrar con fuerza en nuestro país. Ya sea por sus dotes como actor como por su gran atractivo, este cubano de 29 años ha conquistado al público español, primero en su aparición en «El tiempo entre costuras» y ahora con el «Príncipe» donde su fama ha subido como la espuma.
Antes de ser actor, este atractivo cubano ha tenido su papel en pasarelas destacadas: Jean Paul Gautier, Guess, Roberto Verino, Custo o Calcedonia son ejemplos de su trayectoria profesional, sin embargo, Rubén se dio cuenta que lo que quería en realidad era convertirse en actor.
La pequeña pantalla ha sido el lugar idóneo para comenzar a destacar, y es que en el momento en el que Rubén empezó a aparecer por televisión, los focos de atención se centraron en su impactante mirada, algo que le ha conseguido posicionar a la altura de los guapos del momento como Álex González o Miguel Ángel Silvestre.
El actor es un aficionado a la pintura y por ello acudió a la edición del 2014 de la Feria de Arte Contemporáneo en Madrid (ARCO), donde tuvo un momento para charlar con nosotros. Descubrimos una faceta muy personal del actor, en el que se describe como muy familiar, una persona que sigue a rajatabla los consejos de su abuela: «un día me lo dijo y ahí quedó para siempre». Además de esto, nos confiesa que las razones por las que está en España son laborales, pero que de igual manera tiene las puertas abiertas a un posible amor con denominación española.
En cuanto a su papel como actor, Rubén admite que lo que más teme es que su libertad y privacidad se vean coartadas por » ser famoso, algo a lo que todos están expuestos una vez acaparan todas las miradas en la pequeña y gran pantalla: «a veces lo siento cuando llego a un sitio y no tengo salida, pero normalmente estoy siempre haciendo lo mismo»- a lo que añade que tiene miedo de perder intimidad: «es una parte que todo actor teme».
A pesar de todo esto, Rubén afirma que no ha sentido de forma directa el cariño del público, pero sabe que la serie gusta y también asimila que su personaje no es el principal, ni es común: «te sientes querido por el público, más por el sector femenino, yo creo que directamente no lo he sentido pero sé que la serie está gustando y que mi personaje es diferente».
Con aún muy poca trayectoria en España, este cubano de ojos verdes ha sabido conquistar desde el minuto 1, convirtiéndose así en un actor deseado tanto por las series españolas como por su público.