Uno de los 36 dirigentes del grupo islamista Hermanos Musulmanes que están siendo juzgados por espionaje ha denunciado este miércoles durante la última sesión del juicio que están siendo sometidos a «torturas sistemáticas» perpetradas por la Policía que están provocado su «muerte lenta».
Los entrecomillados del dirigente islamista y exdiputado Fareed Ismail, quien ha comparecido este miércoles ante el tribunal antes de que el proceso fuera aplazado hasta el 22 de abril para examinar las pruebas presentadas y permitir a los abogados de la defensa visitar a sus clientes, informa el diario estatal Al Ahram en su edición digital.
La petición de aplazamiento fue presentada por los abogados del exasesor presidencial Essam el Hadad, el antiguo jefe del gabinete de prensa presidencial Aiman Alí, y los exmilitares Rifaa Tahtawi y Asaad Sheija.
En total son 35 altos cargos de Hermanos Musulmanes los que están siendo juzgados, entre los que destacan el expresidente Mohamed Mursi –depuesto en el golpe de Estado del 3 de julio de 2013– y el líder de la cofradía islamista, Mohamed Badie. De ellos, 19 están presos, mientras que sobre los otros 17 pesa orden de busca y captura.
Están acusados de colaboración con organizaciones extranjeras para perpetrar actos terroristas en Egipto, revelación de secretos a una potencia extranjera, financiación del terrorismo y organización de un proceso de entrenamiento militar «para lograr los objetivos de la organización internacional Hermanos Musulmanes».
En concreto, están acusados de colaborar con la organización islamista palestina Hamás, con presencia en la Franja de Gaza; con el partido-milicia chií libanés Hezbolá y otros grupos «de dentro y fuera» de Egipto para introducir armas de contrabando y enviar a individuos para recibir entrenamiento militar en la Franja de Gaza.
El pasado mes de marzo, un tribunal ilegalizó cualquier actividad de Hamás en Egipto con carácter cautelar a la espera de la sentencia de este juicio.