Ha pasado mucho tiempo desde la aparición del aclamado Photoshop, en concreto 24 años. Lo que comenzó siendo un tímido programa de edición, hoy se ha convertido en el mejor aliado de las revistas y las famosas que les acompañan en sus páginas y portadas. Sin embargo, en ocasiones hay errores muy evidentes que demuestran que la imagen está retocada.
Los cuerpos que vemos cada día y que nos producen mucha envidia son en numerosas ocasiones, fruto de nuestra imaginación, o más bien, del teclado de algún ordenador. Un repaso a algunos de los mejores ‘tipos’ del panorama celeb pueden ayudar a esclarecer si se trata de realidad o ficción.
La que fuera actriz protagonista de la serie ‘O.C.’, Mischa Barton, es una de las más polémicas en cuanto a redondeces se refiere. Es conocida por sus múltiples problemas con el alcohol y las drogas, y por el efecto rebote que sufre cada dos por tres. Se ve que no ha llevado demasiado bien eso de saltar a la palestra hollywoodiense. Hace unos años, posaba muy sensual para la portada de la revista DT, con mucho retoque por delante, pero la realidad nos deja otra cosa. Ahora, ha aumentado considerablemente de volumen y la celulitis se ha convertido en su mejor compañera. ¿Se unirá a la operación biquini para lograr recuperar la figura que lucía en su papel como Marisa Cooper?
El rostro angelical de la gran pantalla que nos ganó a todos en su papel como Mia Thermopolis en ‘Princesa por sorpresa’, Anne Hathaway, también esconde unas piernas un poco flácidas. A pesar de su delgadez, la actriz debe cuidarse un poco más para conseguir un cuerpo firme, y parece que ahora se está entrenando para conseguirlo. Pero la revista Glamour mostraba una Anne distinta, con unas piernas bien definidas y una tez morena, algo que contrasta con la piel clara que le caracteriza.
Es deportista y en concreto, tenista. Tiene una tez morena y un pelo largo y fuerte, pero algún fallo tenía que tener. La popular Serena Williams muestra un cuerpo fibroso y cuidado pero aun así, esconde algo entre sus piernas: la temida celulitis. El año pasado, la revista Essence sacaba en portada a una Serena en traje de baño con unas curvas perfectas. Pero sus fotos en el masters de tenis de este mismo año parecen evidenciar lo contrario, ya que hasta la más escultural tiene piel de naranja.
Hasta los mitos eróticos de todo hombre viviente esconden algún secretillo que no siempre intentan ocultar. Todos recordamos a Cameron Díaz en la película ‘Los ángeles de Charlie’, con unos labios rojos carnosos, un pelo rubio alocado y una figura que quita el sentido. Serán los ‘efectos’ de la televisión, pero no parecía tener ningún defecto. Aunque si curioseamos un poco sus fotos, algo borroso aparece en sus piernas y no es precisamente debido a la mala calidad de la imagen. El enemigo de la mujer también se ha posado en ella, aunque no parece importarle demasiado.
Pero también las hay que son modelos y no se sabe muy bien por qué. La internacional Kate Moss ha desfilado por las mejores pasarelas del mundo y para diseñadores como Gucci o Dolge&Gabanna. Ha sido protagonista de numerosos escándalos relacionados con el alcohol y las drogas y de ser esto cierto, puede que sea el motivo de su poco llamativo estado físico. De la espectacular Moss que veíamos posando cual conejita en la portada del Playboy a la que podemos ver en bikini durante sus vacaciones hay un trecho. Parece que su pecho se reduce y su cuerpo definido desaparece cuando se va de vacaciones. Magia.
Pero dejando de lado celulitis y grasas corporales, una de las chapuzas que revolucionó Twitter hace casi dos años fue la desaparición de la oreja de Belén Esteban en la portada de Interviú. El excesivo retoque fotográfico al que fue expuesta fue avistado y criticado por numerosos seguidores que se dieron cuenta en seguida de que algo no encajaba.
La diva del pop también ha recurrido alguna vez a algún ‘retoquito’, como ocurrió en la portada de la revista Haper´s Bazaar. Mostraba una Madonna sin ninguna arruga, como si fuese una veinteañera, cuando la realidad es otra por mucho que le pese. Es cierto que luce una figura envidiable a sus 54 años, pero las marcas de la edad son algo que debería lucir de forma natural. Sin complejos, Madonna.
Pero para escándalo la portada que protagonizó Gwen Stefani para su disco ‘The Sweet Escape’, donde se empeñó tanto en parecer alguien ‘irreal’ que acabó consiguiéndolo. Si se usa el Photoshop, por lo menos que no sea de forma tan evidente ni tan chapucera.
Pero la ‘marca España’ también ha sucumbido a los encantos de este milagroso programa, y sino que se lo digan a Paz Vega. En la portada que protagonizó el año pasado para Mujer Hoy parecía casi una ‘pin up’, con una piel excesivamente clara y un rostro altamente definido. Todos sabemos que los años no pasan en balde, Paz.
Y Vanity Fair no se ha quedado corta con el espectacular retoque realizado a Isabel Preysler para su portada de mayo. Parece una jovenzuela recién salida del huevo, pero oye que aun así rebosa estilo por cada poro de su piel.
La última polémica ha girado en torno a Mariah Carey y su ‘antinatural’ portada para su nuevo disco en la que aparece totalmente endiosada. La cantante luce un cuerpo envidiable que no se corresponde con lo que vemos en la realidad. Su cara ha perdido esos pómulos tan rechonchos que la caracterizan y las redondeces de su figura, incluso sus pechos han desaparecido ligeramente. Además, el pelo le tapa medio ojo y su cara parece la de un muñeco, una ‘picia’ monumental que seguirá dando mucho de qué hablar.
Pechos, traseros, piernas y hasta brazos u orejas que desaparecen dejan a las famosas con el plumero al aire. Naturalidad, por favor.