El paso por el quirófano de los actores en Hollywood está trayendo cola. La polémica de la ‘falta de naturalidad’ de determinados profesionales del medio ha hecho que muchos de sus compañeros se pronuncien al respecto para calificar las acciones de algunos de los casos más ‘sonados’ como el de Uma Thurman (que al final aclaró que no había bisturí sino maquillaje) o Renée Zellweger.
Meryl Streep ha calificado de “exagerada y ridícula” la obsesión por la belleza y la juventud de muchos de los actores que deciden parar el paso del tiempo a golpe de cirugía estética: “Casi todos en Hollywood tienen un aspecto grotesco”, sentencia en Welt am Sonntag la tres veces oscarizada intérprete.
Nominada por decimonovena vez a los Oscar por su papel de bruja de cuento en ‘Into the Woods’, asegura que adora encarnar a mujeres desagradables y que tienen problemas: “Los problemas son interesantes. Actuar de chica guapa es algo que pueden hacer muchas.”
La actriz sabe bien de lo que habla, gracias a su papel de adicta a las operaciones en el film ‘La muerte os sienta tan bien’, que protagonizó junto a Goldie Hawn en 1992. A sus 65 años Streep presume de una belleza natural, basada en su genética y no en los ‘retoques’ que muchas de sus colegas de profesión se practican: “esa película es casi un documental”, comenta en tono jocoso.
“Hoy la gente ‘repara’ permanentemente la cara para mantener un aspecto juvenil”, apostilla. La actriz ha querido dejar clara su postura a raíz de los escándalos estéticos que recientemente han inundado las revistas de la prensa sensacionalista.