De los temas más esperados en la entrevista de Kiko Rivera en Sálvame Deluxe uno destacaba sobre los demás: la vida de Isabel Pantoja en la cárcel.
El Dj habló de la nula relación con su hermano Francisco y de los pequeños rifirrafes con Chabelita, pero si hay algo que el público quería conocer era cómo estaba afrontando la tonadillera su vida en la cárcel.
Isabel no sabía que su hijo se iba a someter al polígrafo, ya que Kiko decidió no contárselo en su último vis a vis. De sus visitas a Alcalá de Guadaíra, el Dj tiene un recuerdo agridulce: «Es una situación muy difícil para cualquier hijo que tenga que ir a ver a su madre así. No se lo deseo a nadie. La veo durante tres horas. Ella llora y evito que ella me vea porque la que se queda allí sufriendo es mi madre, lo más duro es cuando te despide. Yo tengo mi vida, mi hijo y ella está en una habitación.»
De su estado de salud se ha hablado mucho pero Kiko tranquiliza: «Está muy bien, está más morena, muy fuerte. En la cárcel escucha la radio y cuando suena alguna canción suya las presas la llaman».
Ante las preguntas del polígrafo, el Dj quiso sacar el lado bueno: «Pienso que le va a dejar muchísimas cosas positivas. Lo que yo pienso, y que se debería dar cuenta, que cuando pase toda esta pesadilla, debería tener vida, que su vida vaya más allá de estar todo el día con la familia. Mi madre necesita salir y entrar, que si la gente quiere hacerse una foto con ella que se la haga».
Cuando la cantante salga de prisión deberá lidiar con sus problemas económicos que parecen ser muchos: «Está todo en venta, también Cantora e incluso yo», lo que no descarta una entrevista: «No sé si dará alguna exclusiva o hablará con alguien, yo lo haría». Su nivel de vida ha bajado desde la época dorada de Marbella, pero Kiko no toleró que se refiriesen a esa bonanza económica como resultado de la relación de Isabel con Julián Muñóz, incluso cambió del tú al usted para hablar: «Isabel Pantoja lleva más tiempo que usted trabajando y ha ganado más dinero. Ver la escena de cuando la arrollaron a mi madre, fue muy duro».
La madre de Isabel está sufriendo mucho pero ya conoce la situación de su hija: «Mi abuela no es tonta, no va porque tiene mal las piernas. Habla todos los días con ella sobre las 17.30 y 18.00».