La noticia saltaba hace unos días: Jessie J cancela su gira australiana por problemas de salud.
Inmediatamente, los fans utilizaron las redes sociales para apoyar a la cantante británica, que atraviesa un delicado momento personal, tras conocerse que padece el síndrome Wolff-Parkinson-White. Esta dolencia cardíaca se debe a un fallo en la actividad eléctrica del corazón, que, durante episodios de taquicardia supraventricular, puede provocar mareos, dificultad para respirar y sensación de desmayo. Algunos medios de su país comentaron que esta enfermedad le fue diagnosticada en la preadolescencia y que, hasta ahora, no había sido un problema para la artista.
Aunque en un principio se rumoreó con su marcha definitiva del universo musical, los médicos le han recomendado que rebaje el número de conciertos. Además, le han aconsejado que haga uso de la fotomímica, vulgarmente conocido por su término anglosajón, playback, aunque a la cantante esta idea no le hizo mucha gracia al principio. «Yo les digo (a los médicos) que esto es a lo que me dedico. Me enorgullezco de haber llegado tan lejos sin tener que hacer playblack, pero si mi carrera sigue al ritmo que está ahora, tendré que hacerlo para seguir bien», subrayó al diario The Times.
La autora de éxitos internacionales como Price Tag y Bang Bang sigue los consejos de los profesionales y estará un tiempo alejada para descansar y recuperarse, eso sí, de dejar la música, por ahora, nada.