Aunque no se le notara demasiado, Raquel Sánchez Silva acudió ayer al estreno de Supervivientes de la mano de Jorge Javier Vázquez, agarrada de su brazo como medida cautelar ante su embarazo de riesgo (tiene 42 años y espera gemelos). Radiante y espectacular con un vestido negro largo y maxi collar, comentaba con gracia: «Pequeños supervivientes, tío Jorge» mientras este le tocaba su incipiente tripa. Aun así Raquel no ha querido hablar de su estado y se centró en el programa: «Estoy bien, con pena de no poder estar allí». Confesó estar muy emocionada y muy nerviosa.
Sánchez Silva ha estado en reposo desde que el pasado 26 de marzo tuviera que ingresar en la clínica Ruber de Madrid debido a un problema con su embarazo. Tras permanecer 24 horas en observación, fue dada de alta después de que los médicos vieran que tanto ella como sus bebés se encontraban en perfecto estado.
Su estado de buena esperanza es lo que ha llevado a la presentadora a rechazar su participación de nuevo en Supervivientes, programa que en esta nueva edición presentará Lara Álvarez. En estos momentos de su vida en que disfruta de una relación estable con el empresario Matías Dumont, ser madre es su prioridad absoluta.
Raquel Sánchez Silva está radiante de felicidad con la llegada de sus dos hijos, algo que deseaba desde hacía años y que por diversas causas se ha ido demorando. La extremeña verá así cumplido su sueño de ser madre tras los duros momentos vividos con la muerte de su marido, Mario Biondo con quien ya planificaba ser madre y con quien visitaba un centro especializado en fertilidad, justo cuando fue hallado muerto el 30 de mayo de 2013, menos de un año después de su boda.