Sexy, provocativa y orgullosa de su belleza. A la vez, tímida y delicada. Así es Sara Carbonero, que entre confidencias sobre diferentes aspectos de su vida ha protagonizado una sesión de fotos en las que predomina el escote y una mano que acaricia suavemente uno de sus pechos.
Muy coqueta, ha jugado con diferentes looks, y ha hablado sobre su vida privada para la revista Elle. Sus puntos fuertes: su pareja y su hijo, el pequeño Martín. Con él se le cae la baba, dice que tiene “una energía increíble” y que “está todo el día bailando”: “Tiene un don especial para sentir la música. Le ponía en la tripa canciones, se le ha metido en la vena desde el embarazo. Ahora le pongo piano y guitarra, que es lo que me gusta a mí. ¡Se baila cualquier hit!”
La periodista lo ha pasado mal gracias a algunos comentarios que hirieron su sensibilidad al respecto de una fotografía que Iker subió a su Instagram con el pequeño en la playa, donde sugerían que lo tirara al mar. Unas palabras que sin duda fueron muy duras y desafortunadas: “Existen cosas que no me gusta leer. Sobre todo, aquellas que afectan a mi familia. Eso ocurre cuando veo los perfiles sociales de Iker. Ahí he leído a veces barbaridades. ¿A quién le gustaría encontrarse con comentarios sobre un niño de 15 meses? Admito que en ocasiones se me parte el alma.”
Carbonero está preparando un nuevo proyecto profesional junto a su compañera de cadena Isabel Jiménez y su estilista Maira. Una web de estilo de vida llamada Slow Love: “Slow Love tiene tres patas. Moda, decoración y belleza. Contamos con marcas de diferentes países en exclusividad. Nunca habrá una colección entera y todo está seleccionado con mucho mimo. También lanzaremos nuestras propias creaciones, que estarán todas hechas a mano por artesanos españoles.”
Su vida íntima con Iker
A pesar de su discreción ante los medios a la hora de hablar sobre sus relaciones de pareja, Sara se ha liado la manta a la cabeza y ha hablado claro sobre lo especial que es su unión con el guardameta blanco: “Iker fue muy despacio porque yo tenía miedo. Por el mundo en el que yo trabajaba, no quería verme perjudicada. Sí, a mí me gusta ir despacio, aunque cuando cojo algo, lo agarro fuerte y ya no lo suelto. Iker lo sabe. Y bromeamos con amigos.”
Sus comienzos, según la periodista, no fueron fáciles, pero ahora forman una de las parejas más afianzadas del panorama nacional: “Él fue un hombre muy paciente, muy detallista, y eso siempre es de agradecer. He tenido mucha suerte. Los dos teníamos las cosas muy claras, pensábamos de manera parecida. Queríamos formar una familia, yo quería ser madre joven y los deportistas maduran mucho antes, son de otra pasta. Y los porteros, ni te cuento.”
La joven irradia felicidad por los cuatro costados, y es que no es para menos. A su familia perfecta se le suma ahora el nuevo proyecto profesional por el que apuesta, y que compatibilizará con su blog ‘Cuando nadie me ve’ y con el telediario de las tres de Telecinco en el que lleva la sección de deportes. Una mujer todoterreno que ya no esconde con tanto recelo los aspectos más íntimos de su vida.