Patricia Llosa está viviendo en sus propias carnes el sufrimiento que padeció Julia Urquidi, la primera mujer de Mario Vargas Llosa, cuando hace más de 50 años se cruzó en la vida del matrimonio. Sorprendida por las imágenes del premio Nobel e Isabel Preysler juntos y por la posterior confirmación de la relación entre ambos, Patricia subrayaba en un comunicado su asombro y el de sus hijos ante la noticia, ya que hacía solo una semana compartieron un emotivo viaje a Nueva York con motivo de sus bodas de oro.
Sin embargo, los ecos de crisis en el matrimonio 'perfecto' resuenan en los medios prueanos desde hace meses. La fama de mujeriego le precede, y hay quienes que consideran el affaire con la madre de Enrique Iglesias un mero capricho, antes de regresar a los brazos de la mujer que ha sido su sostén incondicional durante medio siglo.
La historia sentimental del ensayista de 79 años es un verdadero culebrón. Las dos mujeres de su vida, hasta ahora, fueron y son parte de su familia más cercana. El enamoramiento de Julia, su tía política por línea materna, provocó un verdadero cataclismo en su entorno más cercano. Mario tenía apenas 18 años y la mujer que le quitaba el sueño tenía 11 más. A pesar de las reticencias y las consecuencias, Vargas Llosa plantó cara a sus padres y se casó con ella. Urquidi, fallecida en 2010 a los 84 años, llegó a escribir la réplica a La tía Julia y el escribidor -una de las principales obras de juventud del autor -, Lo que Varguitas no dijo (1983), en la que relataba la cara oculta de esa idílica historia de amor que aparece en el libro, incluida la fuga para casarse y las razones de su divorcio. Según desvelaba en marzo de 2010 su necrológica en El País en su última entrevista reclamaba el reconocimiento al papel que jugó en la creación del escritor que es Mario en la actualidad. «Yo lo hice a él. El talento era de Mario, pero el sacrificio fue mío. Me costó mucho. Sin mi ayuda no hubiera sido escritor. El copiar sus borradores, el obligarlo a que se sentara a escribir. Bueno, fue algo mutuo, creo que los dos nos necesitábamos», decía al periódico El Deber.
Algunos de sus coetáneos y biógrafos cuentan que fue ella la que puso fin a la relación ante los constantes coqueteos de su joven esposo, mientras que otros aseguran que fue él quien quedó prendado de su prima hermana y rompió el matrimonio. Una vez más, el joven prodigio de las letras ponía patas arriba a la familia, con un casamiento que trajo muchos quebraderos de cabeza a los padres de los contrayentes. Los que conocen a Patricia coinciden en su fuerte carácter y en sus férreas convicciones, alabadas por su marido en numerosas ocasiones. A pesar del consabido riesgo para la salud de sus futuros vástagos, la endogamia no fue un obstáculo para la pareja, y fruto de su amor nacieron sus tres hijos: Álvaro, Gonzalo y Morgana, los dos primeros formados en Cambridge y la más joven, en Ascott.
La exmujer de Julio Iglesias y de Carlos Falcó, y viuda de Miguel Boyer es la primera pareja oficial del escritor que no pertenece al círculo familiar. Se conocieron en 1986 con motivo de la entrevista que la socialité filipina realizó para su revista de cabecera, ¡Hola!, y de aquel encuentro nació una amistad de la que hacían gala los dos matrimonios. Ella, nueve meses después del fallecimiento del que fuera su marido durante 27 años, rehace su vida sentimental con un premio Nobel, demostrando una vez más su capacidad para conquistar a hombres de enorme relevancia. Por algo es la reina del papel couché patrio.
«He confirmado mi separación, es cierto»
Esta mañana, el hombre que ha robado el corazón a la reina del papel couché ha vuelto a repetir las declaraciones que se hicieron públicas en el porgrama de Sálvame sobre el matrimonio roto con Patricia. «He confirmado mi separación, es cierto», así ha afirmado Llosa a los periodistas. Además, ha tenido que riterar varias veces que no iba a decir nada al respecto de la confirmación de su relación con la madre de Tamara Falcó, ni siquiera confirmar o desmentirlo, «sólo confirmo que soy un hombre separado», es lo único que ha querido asegurar.
Aunque ha estado muy agradecido con la prensa el novio de Isabel Preysler- como así confirmó ayer ¡Hola! tras ser fotografiados en Londres- no ha estado continuamente repitiendo que no queria hacer declaraciones e incluso se ha bromeado diciendo que «van a creer que soy un artista de cine». Aunque se ha mostrado muy sonriente quizá sea por la nueva etapa sentimental que está viviendo con la creadora de las cremas My Cream.