Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa, desde que sea anunciara su relación sentimental hace unas semanas, siguen sin querer pronunciarse ante la prensa al respecto de su nuevo estado sentimental. Aunque el escritor admitiera delante de las cámaras de televisión que se había separado de su mujer, Patricia Llosa, no llegó a admitir ni tampoco a desmentir que estaba saliendo con la socialité.
Aun así, se da por hecho que están juntos, y que se han convertido en la pareja revelación del verano. La mayoría de sus amigos y familiares han decidido hacer voto de silencio y no hablar del tema con los medios de comunicación. Éste es el caso de su ex marido, Carlos Falcó, que evitó hacer declaraciones a su salida del restaurante donde disfrutó de una comida en compañía de su hermano, el marqués de Cubas. No es el caso de su hija Tamara, que ha hablado para la revista ¡Hola!, donde asegurara que su madre se merece ser feliz, y que ve a la enamorada pareja «encantados el uno con el otro».
Haciendo gala de su habitual discreción, el marqués de Griñón fue el primero en abandonar las instalaciones. Al percatarse de la presencia de medios que aguardaban su salida, aprovechó para hacer una llamada telefónica para evitar las incómodas preguntas. El noble mantiene una magnífica relación con Preysler, con la que estuvo casado entre 1980 y 1985. Siguieron manteniendo una buena amistad incluso tars los rumores de infidelidad por parte de ella con su siguiente marido, Miguel Boyer, fallecido en septiembre del año pasado.
En noviembre de 2012, Falcó cedió El Rincón, su histórica finca en Aldea del Fresno, para que Julio Iglesias Jr. (hijo de la reina de corazones y Julio Iglesias) pudiera celebrar su boda con la modelo belga Charisse Verhaert. Eso sí, en aquella ocasión el marqués prefirió no asistir al enlace.
Tanto Preysler como Falcó han intentado siempre mantener muy unida a la familia. Prueba de ello es que su hija en común, Tamara Falcó, se crio llamando a Boyer tío Miguel. Por su parte, Fátima de la Cierva, última esposa de Griñón, también tiene una excelente relación con Preysler.
Patricia Llosa, rota de dolor
Los que no están tan contentos con esta nueva relación son los hijos del premio Nobel. Gonzalo Vargas ha viajado hasta Madrid para estar al lado de su madre en estos difíciles momentos.
Y es que Patricia Llosa está sufriendo con esta situación. La esposa del escritor no querría divorciarse por nada del mundo y estaría intentando evitar por todos los medios el multimillonario divorcio que podría avecinarse.