Con un Atelier Versace de color blanco, Caitlyn Jenner recibió anoche en el teatro Microsoft de Los Ángeles el premio al valor Arthur Ashe, durante la entrega de los galardones ESPY, entregados por el grupo mediático ESPN a los mejores del deporte mundial.
Nueve de los hijos del exatleta olímpico apoyaron a su padre con su presencia en el patio de butacas y a todos ellos se le vio muy emocionados con las palabras de su progenitor. «Este viaje ha sido revelador, inspirador, sino también aterrador», decía Caitlyn. «Me gustaría dar las gracias a mi familia. Nunca quise lastimar a nadie, sobre todo, a mi familia y a mis hijos. Siempre quise que mis hijos estuvieran orgullosos de su padre por lo que fuera capaz de lograr en su vida. Ustedes me han dado tanto a mí, tanto apoyo. Estoy tan agradecida de tenerles en mi vida. Muchas gracias», añadió con la voz rota por la emoción y tratando de apaciguar las lágrimas.
La celebridad de 65 años aseguró que en su vida ha tenido que soportar muchas presiones, pero ninguna ha sido tan grande como la que ha vivido en los últimos dos meses. «Mi súplica esta noche es que se unan a mí. Las personas trans merecen algo. Merecen su respeto. Y desde este respeto llegará un país más compasivo, una sociedad más empática y un mundo mejor para todos nosotros», subrayó Caitlyn, que quiso que su mensaje llegara, sobre todo, a los más jóvenes, que sufren todos los días por ser quienes son. «Hemos recorrido un largo camino, pero tenemos un montón de trabajo por hacer», concluyó Jenner.