Pablo Durán ha decidido terminar con su silencio en la revista SEMANA. El que fuera marido de Lolita Flores ha hablado alto y claro sobre los problemas que sufrió su matrimonio y cómo terminó la larga relación que mantuvo con la artista.
«Con Lola nos casamos por dinero, lo pagaban muy bien», asegura el cubano que además reconoce: «Lolita me hizo muy feliz hasta que nuestra relación se tornó gris y dejó de serlo. Éramos mucha gente, los niños, el servicio, Lola, yo… Y era Lola la que tiraba del carro y eso crea una situación psicológica difícil dentro de na pareja, que no proveé felicidad y esa fue una de las razones. Nosotros el luto lo pasamos durante esos dos años».
Los problemas económicos han sido una de las grandes trabas en su relación: «El que no haya dinero te cambia el carácter, la manera de pensar, de vivir. Ambos cambiamos pero yo más. Tengo 48 años. A estas alturas no puedo ir a un foniatra para aprender a imitar un acento que luego no me va a salir bien. No tengo agente… y estoy casando de ser actor. Nunca me gustó la actuación».
«Me arrepiento de no haber peleado quizás más»
Aunque, como él reconoce, Lolita nunca le echó en cara que no tuviera trabajo: «Yo sé barrer, limpiar cristales, fregar platos, no se me caen los anillos, pero una persona que tiene cierta fama sí puede ser atacada porque su marido esté fregando platos. Yo no quería dañar su imagen».
A pesar de sus duras palabras, Pablo asegura que se arrepiente de muchas cosas: «A veces me pongo a pensar y no sé qué dolor le he causado, no sé qué dolor fue exactamente lo que le hice. Me arrepiento de no haber peleado quizás más, me enroqué en la desidia y en el malestar, con la autoestima por los suelos. Ella es más inquieta y más fuerte que yo. Su fortaleza es muy grande. Tiene cinco minutos de malos genio, pero después, la calma».
La enfermedad que vivió Lolita tuvo su repercusión en el matrimonio: «Su enfermedad no ayudó. Es una espada de Damocles que tienes ahí para siempre», y desvela a SEMANA lo que le echa en cara: «Ella contó que nos estábamos dando un tiempo y que los problemas económicos tenías que ver en nuestra relación. Me molestó que se hiciera público lo que pertenecía a nuestra intimidad».
«La vida con ella fue fácil porque es estupenda»
Ahora ha rehecho su vida con la bailaora de flamenco, Carmen Rivas Aranda: «Me sorprende que le duela verme con otra. Fue ella quien me echó de casa».
Pablo vive de «pequeñas cosas» tras cerrar su bar El Compadre: «Al ser marido de Lolita pensamos que podía ser un buen reclamo. Por desgracia no funcionó». Tampoco a su carrera artística le funcionó ser el marido de Lolita: «Puede que en alguna instancia me ha afectado porque es un nombre muy grande (apellido Flores) Puede que haya alguno por ahí que haya dicho, mira ese es un cubano que quiere aprovecharse».
Aunque su matrimonio haya terminado de esta manera, el cubano guarda buenos recuerdos de sus diez años de amor con Lolita: «La vida con ella fue fácil porque es estupenda. Tuvimos una relación maravillosa y yo gracias a ella, he logrado muchísimas cosas». De la familia Flores también dice maravillas: «He conocido a Guillermo Furiase, que es un padre excelente. Está muy pendiente de sus hijos. Y yo, como marido de Lolita, se lo tengo que agradecer. Yo también tengo a mis hijos. Hace dos años que no los puedo traer.»