Las revistas del corazón de este miércoles vienen cargadas de novedades del mundo del corazón. No hay más que ver los bombazos que nos ha traído el quiosco semanal, de entre las que destacamos la ansiada boda de Cristina Pedroche.
Ya se venía rumoreando desde este verano que Cristina Pedroche y el chef del prestigioso restaurante Diverxo, David Muñoz, podían darse el 'sí quiero', pero finalmente la propia protagonista aseguraba que para nada, que por el momento no había fecha de boda… hasta ahora. Sí, la revista ¡Hola! en una extensa entrevista que ha concedido la colaboradora de Zapeando, donde ya apunta la inminente fecha de su enlace: «Antes de final de año».
Efectivamente, ambos ya estaban comprometidos pero no era el verano la fecha ideal para darse el 'sí quiero'. Ahora, abriendo su corazón y sin duda, dejando claro que David es el hombre de su vida, Pedroche cuenta en ¡Hola! como será la casi apenas ceremonia. «Sé que es un absurdo que no va a cambiar la relación entre nosotros pero estoy deseándolo, y cuanto antes mejor», comenta una Cristina Pedroche muy ilusionada.
Su día a día comienza bastante estresante, pues David se va temprano a trabajar y ella al gimnasio, pero si por ejemplo, entre esas 24 horas algo se trunca, con ver a su amor se pasa todo. «Si hay un día que, por cualquier cosa, no ha salido como esperaba y no estoy tan contenta, con ver a David me sirve para que se arregle».
Tal es el amor que tiene Pedrcohe hacia su chico que incluso lo daría todo por él: «Tengo una paz que no tenía antes, una estabilidad que se que pase lo que pase le tengo ahí. Sé que daría la vida por mí, que haría cualquier cosa por mí. Y yo igual, doy mi vida por él», asegura para la revista.
«Me lo pidió de rodillas. Me puse a llorar»
Pero… ¿cómo fue el momento de la petición? Cristina Pedroche no ha tenido ningún reparo en comentar como fue ese momento tan especial. Él tenía muy claro que anillo debería darle a su chica: «Un diamante talla mariposa que es único, con brillantitos alrededor. Lo ha diseñado David y con él me pidió la mano. Es mi anillo de compromiso. Me lo dio el día del aniversario de la muerte de mi abuela, que yo lo estaba pasando mal».
Con la canción Goodbye de Lyse de fondo, Cristina Pedroche se lo veía venir, y entonces le dijo: «'De rodillas', le respondí sí quiero, me puse a llorar y no podía parar. Luego me hizo croquetas, como en todos nuestros momentos especiales. Todo lo que hace es espectacular, pero las croquetas, además de encantarme, tienen un cariño especial», afirmaba muy rotunda.
Sabiendo que Cristina Pedroche es muy deportista, no nos extraña su respuesta sobre si lucirá un precioso vestido de novia. Si esperabas un traje como el que dio el campanazo dando la bienvenida al 2015, la respuesta va a ser un no rotundo.
«No. Llevaremos unas zapatillas diseñadas por mí, iguales los dos, e iré en vaqueros. Lo tengo claro. Ponerme un vestido para mi boda me da la sensación de que es pretender parecer algo que no soy. No quiero fingir», comentaba con seguridad. Será una ceremonia íntima, civil y donde solo estarán los padres de ella -que le han apoyado en esta decisión- y de él. Nadie más. Con los amigos ya habrá tiempo para hacer una fiesta pero sin rastro de vestido de novia.
Tras el momento del enlace, se irán a comer, ¿a Diverxo? Entre risas afirmaba que no, que seguro que se irán a celebrarlo a otro lugar para que por una vez, sea a David a quién le sirvan en ve de él al resto de los comensales.
«No soy una chica para un rato, soy para toda la vida»
A pesar de tenerlo todo y una felicidad plena se sentía sola porque como bien afirmaba: «una felicidad que no es compartida no es felicidad completa». Viendo esta frase entendemos el aprecio que tiene Cristina Pedroche hacia David Muñoz. Él le ha dado esa chispa y esa vitalidad que necesitaba, casi unas ganas de vivir locas.
Esta tristeza era simplemente porque le faltaba ese alguien en su corazón, que se quedó vacío tras la muerte de su abuela de la que dice que «a David me lo ha puesto mi abuela en el camino. Muchas veces lloro y la echo muchísimo de menos (…) Si hubiera estado viva habría organizado una boda con tres vestidos». Y tampoco las críticas hacen mella en ella, simplemente que se preocupa mucho más por David, al cual le cuesta encajarlas más.
La presentadora de Pekín Express se ha mostrado en ¡Hola! tal y como es en su blog del que comenta que «la gente tenía ganas de ver mi vida, doy mi opinión y me muestro tal y como soy. Yo hablo de sentimientos y hablo de verdad», y sobre todo enamorada, locamente. Cada párrafo, cada pregunta es una oda hacia el chef y sin duda, el que realmente ha robado su corazón y lo ha guardado, que esperemos, para siempre.
«No soy chica para un rato. Soy para toda la vida». «Cuando tenga que morir, espero que nos ecnontramos en la siguiente vida», sentencia.