La industria de la moda está inmersa en una época de cambios. Aunque los estilos varíen según la década y la estación, las modelos carecían de esa suerte, y hasta el momento habían tenido que adaptarse al canon de la extrema delgadez que los diseñadores demandaban a la hora de lucir sus prendas en la pasarela.
Sin embargo, desde hace un tiempo las modelos ‘curvys’ se están imponiendo al resto de sus compañeras, y atraen a una cantidad de admiradores y seguidores en las redes sociales que otras con medidas supuestamente perfectas no llegan a alcanzar.
El mejor ejemplo de que se está llevando a cabo una revolución es la modelo Gigi Hadid. La californiana, cansada de que algunos le llamasen “gorda” en la red, publicó un comunicado en su Instagram que rezaba así:
«Mucha gente es muy ágil al lanzar opiniones negativas este mes. Sí, los juicios en las redes sociales provienen de personas que, en el 99% de los casos, no tienen idea de lo qué están hablando, pero soy humana, y no voy a mentir, esa negatividad me ha afectado. He llegado a la conclusión de que cuando una llega a este punto es importante pensar por qué estás haciendo lo que haces. Cuál es tu mensaje. Qué tienes que decir. No, no tengo el mismo tipo de cuerpo que el resto de las modelos en los desfiles. No, no me creo la mejor en ningún desfile. Sí, quiero tener una forma de desfilar única pero también sé que tengo que mejorar. No soy la primera ni la última modelo de mi tipo en la industria. Podéis inventar todas las razones que queráis para explicar por qué estoy donde estoy pero, de verdad, soy una gran trabajadora que confía en sí misma, una confianza que empezó al tiempo que sentí que la industria estaba preparada para un cambio. Sólo estoy haciendo mi trabajo. Represento un tipo de cuerpo que antes no estaba representado en la moda, y me siento afortunada por ser apoyada por diseñadores, estilistas y editores que sé que saben muy bien que esto es moda, es arte; y no puede ser siempre lo mismo. Estamos en 2015. Pero si vosotros no sois de esas personas, no explotéis vuestra rabia contra mí. Sí, tengo tetas. Tengo abdominales, tengo culo, tengo muslos, pero no estoy pidiendo un trato especial. Entro dentro de las tallas de ‘showroom’. Vuestros crueles comentarios no hacen que quiera cambiar mi cuerpo, no hacen que quiera decir «no» a los diseñadores que me piden que esté en sus desfiles. Si no quieren, no estaré. Así es como es y como será. Si no te gusto, no me sigas, no me mires, porque no me iré a ningún sitio. Si no tuviera el cuerpo que tengo, no tendría la carrera que tengo. Me encanta poder ser sexy. Estoy orgullosa de ello. Lo he dicho antes… Espero que todo el mundo llegue a un punto en su vida en el que puedan hablar de cosas que le inspiran, y no sobre cosas que destrozan a otros. Si no quieres formar parte del cambio, al menos, ábrete a él, porque está irremediablemente sucediendo. Feliz Semana de la moda de París. Besos, G.»
Con estas palabras, Hadid dejaba claro que iba a seguir trabajando en lo que más le apasiona, la moda. Su discurso tuvo tanta difusión como apoyo, por parte de rostros muy conocidos dentro de la farándula Hollywoodense. Días más tarde la joven recibía la noticia de que era una de las elegidas para lucir los diseños de la conocida firma ‘Victoria’s Secret’, algo que no gustó demasiado a la española que el pasado año pudo disfrutar de este honor, Blanca Padilla, que aseguraba en el programa de Risto Mejide: “Si yo no estoy perfecta, no trabajo. Gigi Hadid sí”.
Aun así, la sensual rubia ha conseguido convertirse en una de las tops más cotizadas del momento, con sus medidas casi perfectas de 95-61-90, su 1,78 m., y sus 64 kg de peso.
No fue la primera, ni será la última
Considerada como una de las mujeres más sexys del mundo, Emily Ratajkowski se hizo famosa al protagonizar el videoclip ‘Blurred Lines’ de Robin Thicke. Allí sus movimientos sensuales llamaron la atención del mundo entero, hasta llegar a convertirse en uno de los personajes más 'googleados' del planeta. La joven inició su carrera como actriz en la serie de televisión ‘iCarly’, y ahora triunfa como musa del diseñador Marc Jacobs. La revista ‘Esquire’ le eligió como mujer del año en el 2013, y la revista ‘GQ’ como la más sexy en el 2014.
Una de las primeras en destacar por ser más voluptuosa que el resto de sus compañeras de profesión fue Laetitia Casta. La francesa no llega al metro setenta, tiene los dientes separados y llegó a la cumbre en los 90 cuando modelos como Cindy Carwford y Kate Moss (de un físico más enjuto) eran los patrones a seguir. Aun así, y gracias en parte al modisto Yves Saint Laurent, que confió en ella y la convirtió en una de sus fetiches, llegó a convertirse en una de las modelos (y actrices) más relevantes del momento.
En el caso de Tyra Banks, su fama se multiplicó al adquirir unos kilos más que cuando participó en el desfile de Victoria´s Secret. Dejó la pasarela, pero comenzó a presentar un programa de televisión que le ha convertido en una de las mujeres más influyentes de Estados Unidos. Además fue una de las primeras en apoyar a Hadid en su lucha por las curvas saludables: “Tus palabras son poderosas. Tus palabras son necesarias. Tus palabras son vulnerables. Tu palabras son reales”.
En el caso de Kate Upton, nunca ha llegado a desfilar sobre una pasarela, pero sí ha ejercido de modelo fotográfica para firmas de la talla de ‘Guess’. Se hizo conocida por su aparición en ‘Sports Illustrated Swimsuit Issue’ 2011, revista en la que repitió en el año 2013. Además, en diciembre de 2014 obtuvo el premio a la ‘Mujer más Sexy del Planeta’ de la revista ‘People’. Gracias a su imagen saludable ha construido un pequeño imperio, además de ayudar a muchas jóvenes que, en su situación, tienen la esperanza de poder triunfar en la moda pese a no marcar el peso ideal (establecido por las firmas de moda) en la báscula.