Ya ni la realeza está a salvo de ser diana de críticas. Kate Middelon, aunque muy querida por el pueblo inglés, no se ha librado de ser acusada de copiar la escenografía de las fotos que ella misma realizó a su hija menor, la princesa Charlotte.
Un duro golpe que llega después de ser reprobada por todo lo contrario, mantener a la pequeña prácticamente en el anonimato y esconderla del pueblo, que demandaba imágenes del crecimiento del bebé.
Este domingo Guillermo y Kate decidían publicar, a través de Kensington Palace, dos instantáneas de Charlotte, una en la que sonreía tímidamente a la cámara y otra en la que jugaba con un perro de peluche. En ambas la niña aparece ataviada con un vestido de florecitas rosas con rebeca y leotardos del mismo tono, y sentada sobre un sillón de su residencia de Norfolk.
La vestimenta y el entorno coinciden con los utilizados por la fotógrafa Birgitte Grenfeld para retratar a la princesa Leonore de Suecia, hija de la princesa Magdalena y Chris O’Neill, con motivo de su primer cumpleaños. En el reportaje, la ‘royal’ aparece sentada sobre una silla de estilo victoriano con un vestido rosa firmado por Pili Carrera. Mira a cámara sonriente y posa con un oso de peluche, de forma muy similar a la princesa Charlotte.
El padre de Kate, la primera ‘víctima’
No es la primera vez que ‘ponen a caldo’ a algún miembro de la familia real británica por las fotografías que ellos mismos hacen.
En agosto de 2013, un mes después del nacimiento del príncipe George, Guillermo y Kate hacían públicas dos imágenes familiares en las que aparecían posando en el jardín de su casa junto al pequeño George y su perro.
Los retratos, tomados por Mike Middleton, padre de la duquesa, trajeron consigo una gran polémica que generaron algunos fotógrafos de prestigio. Aseguraron que eran unas imágenes de pésima calidad, mal enfocadas y con una luz fatal.
Hasta el momento habían aprendido del error, pues encargaron las fotografías del bautizo de Charlotte a Mario Testino, de una alta reputación. Aun así, han vuelto a tirar del ‘handmade’ y, de nuevo, han defraudado.