No es un secreto que Kim Kardashian había engordado durante su embarazo. La 'celebrity' dio a luz el día 5 de enero a un niño llamado Sait, cuyo nombre anunció a través de su cuenta de Instagram. Así su marido Kayne West y ella le daban un hermanito a la pequeña North, que ya tiene dos años y medio.
Los kilos de más siempre han preocupado a la estrella mediática, que presume de curvas bien puestas cada vez que la ocasión lo requiere. Por este motivo la más famosa de las hermanas Kardashian anunciaba a través de Twitter que estaba decidida a deshacerse de toda esa grasa sobrante: «¡Estoy tan emocionada! He bajado 13 kg», comentaba.
Además se ha comprometido a contar en las redes incluso cuál será su rutina de ejercicios. «Voy a mostraros mis entrenamientos en mi aplicación y también compartiré mi dieta Atkins!». La socialité no se cortaba a la hora de explicar con pelos y señales el peso exacto que había ganado y el que quería perder: «Gané 27 kg durante el embarazo, pero he estado 4,5 kg por encima de mi peso en los últimos años, así que ha llegado el momento de alcanzar mi objetivo».
I gained 60lbs during my pregnancy but have been an extra 10 lbs up for the last few years so it's time to really get to my goal
— Kim Kardashian West (@KimKardashian) enero 19, 2016
Kayne West la anima a que adelgace
Su inseparable pareja, el rapero Kayne West, no dudaba en apoyar en esta decisión a su esposa, de la que siempre se ha sentido muy orgulloso. Es habitual verle de la mano de la que tiene uno de los traseros más famosos del mundo, con la intención de que todo el mundo le mire para poder presumir de chica espectacular.
Esta noticia no ha sentado muy bien a sus seguidores, que pronto han cuestionado la idea de Kanye, que quiere que su mujer siempre esté perfecta. Según han publicado varios medios, es el músico el que le va poniendo metas para que, poco a poco, consiga su objetivo.