Isabel Preysler cumplirá 65 años el próximo jueves 18 de febrero en el que es uno de los mejores momentos de su vida. Con un físico envidiable, una familia unida y un novio que bebe los vientos por ella, la socialité no puede quejarse de nada. Para agasajar a la filipina en este día tan especial, su hija menor, Ana Boyer, y el novio de la misma, Fernando Verdasco, han elegido un precioso ramo de flores de Floreale, a base de rosas de color rosa, hortensias y perifollo.
Ha sido Tamara Falcó la encargada de subir a su cuenta de Instagram una imagen en la que aparece el adorno floral en el centro de una de las magníficas mesas de Villa Meona, la mansión que Preysler posee en Puerta de Hierro. “Las flores más bonitas para el cumple de Mami regalo de Ana y Fer by @florealeeventos”, rezaba el post.
Preysler llega a la tercera edad rodeada de los suyos, pese a que se llegó a rumorear que, tras comenzar a salir con el escritor Mario Vargas Llosa poco después de fallecer su marido y padre de Ana, Miguel Boyer, las cosas se habían tensado entre ella y su hija menor.
Sin embargo, todo parece haberse encauzado, e incluso llegaron a irse de vacaciones todos juntos en septiembre del pasado año, aunque Fernando y Ana prefirieron ubicarse en una casa distinta a la de Preysler, Llosa y Falcó, para tener privacidad. Después de dos años y medio de relación, la cosa va viento en popa entre el tenista y la joven, que no paran de dedicarse muestras de amor en sus respectivas cuentas en las redes sociales.
El romántico San Valentín de Presyler y Llosa
Son la pareja del momento. Después de deslumbrar en la gala de los Goya, donde el escritor entregaba un premio, la filipina y el peruano se han situado como el dúo que más expectación y curiosidad crea en el mundo del 'cuore'.
El Premio Nobel, que hasta que se publicó su romance con Preysler continuaba casado con su prima Patricia, rompía esquemas al saltar el escándalo de su ‘amor maduro’, que según fuentes cercanas a la pareja venía fraguándose desde los tiempos en los que Miguel Boyer seguía vivo.
Pero ahora la pareja vive feliz y ajena a las críticas, e incluso han querido celebrar San Valentín con una cena ‘a la madrileña’. Los célebres personajes compartieron confidencias en Casa Lucio, uno de los restaurantes con más solera de la capital, donde pidieron un plato de jamón, pan con tomate, merluza rebozada y un plato de carne. Un menú que acabó con el toque triunfal de un típico pero delicioso arroz con leche.