La ‘princesa pelirroja’ de ‘Un príncipe para tres princesas’ ha posado para la portada de esta semana de la revista Interviú. Ataviada sólo con una bata transparente y un tanga de encaje, la marroquí se muestra muy orgullosa de su paso por la pequeña pantalla, y asegura que le encantaría volver a ella gracias al programa ‘Supervivientes’, aunque aún no es seguro que pueda entrar.
Pese a que se fue de la mano de su ‘habibi’ David, ella y el tudelano no duraron demasiado: «Me fui con David y ahora mantenemos una relación de amistad muy fuerte, nos llevamos súper bien. Al acabar de grabar me tuve que ir a Marruecos y él a Navarra, y por la distancia no podemos seguir con la relación. Ahora nos hemos reencontrado en Madrid».
De padre español y de madre marroquí, vivió hasta los 15 años en Rabat: «La gente tiene una idea de Marruecos muy equivocada. Hoy en día es un país bastante moderno y hay muchísima gente como yo, abierta, que le gusta salir de fiesta o vestir a la moda. Mis amigas allí son todas como yo», asegura.
Admite que le encanta beber champán y comer jamón porque es una musulmana «moderna» y que para ella «el cerdo es como otro animal más». En cuanto a los chicos, tiene algunos requisitos que deben cumplir: «Lo más importante es que sea cariñoso, atento, divertido y que sea generoso, que no sea rata. No me gusta la gente rata. Yo soy todo lo contrario, muy detallista con mis novios».
Pese a todo, cuenta que no es necesario que la persona que le enamore sea millonaria, pero sí que sea «ambicioso» y «trabajador»: «Podría estar con un hombre que no tuviera estudios, pero le apoyaría y ayudaría para que se sacara algún título».