La prensa mexicana está revolucionada. Aunque en nuestro país hace más de diez años que no vemos a Bárbara Mori en la pequeña pantalla, la que diera vida a Rubí en la telenovela del mismo nombre no para de copar titulares en la prensa de su país.
La sensual intérprete, que fue madre con tan solo 20 con el también actor Sergio Mayer, se verá convertida en abuela a los 38. La semana pasada saltaba la noticia de que el hijo de Mori, Sergio, iba a ser padre a los pocos meses de cumplir la mayoría de edad.
Tras seis meses de relación con la brasileña Natalia Subtil (10 años mayor), el bombazo informativo de que iban a tener un bebé corría como la pólvora de redacción en redacción. Sin embargo, lo más sorprendente no es esto, sino que justo después de saberse el estado de buena esperanza de Subtil, decidían poner punto y final a su relación.
Dados los titulares incendiarios que empezaron a aparecer en la prensa azteca, el joven y su padre decidían dar una rueda de prensa para explicar lo sucedido: “Acepto que la idea me emocionó mucho desde un principio, al grado de comunicarme con mis papás (Sergio Mayer y Bárbara Mori) para compartirlo con ellos, tiempo después por obvias y lógicas diferencias de opinión ella decidió salir del departamento y continuar por su lado”.
Aunque al ser consultado sobre si está seguro de que es el padre del hijo que espera Natalia, Sergio prefirió no responder, aunque sí que aseguró que entre ellos hay «una gran diferencia de edades». Pese a todo, dejó claro que hará «todo lo posible para que, dentro de mis posibilidades, poder cubrir todas las necesidades de mi hijo».
El futuro abuelo pide la prueba de ADN
El que no se mostró tan comprensivo fue Sergio Mayer padre. Al actor no le tembló la voz al decir que, pese a que está feliz con lo sucedido, no está seguro de si el niño es o no su familia: “Estoy emocionado, dentro de todo, estoy muy feliz con el tema, mañana cumplo 50 años y para mí es un regalo de la vida y de Dios. Me entusiasma la idea de ser abuelo, pero sí quiero tener la certidumbre de que es mi nieto”.
Además, se despachaba con la futura madre de la criatura con estas palabras: “Estamos hablando de una señora que estuvo casada y que quiso tener hijos con su marido y no pudo. ¿Qué pasaría si fuera al revés? Si mi hijo tuviera 28 años y ella 17. Estamos hablando de una señora con un menor de edad. Ojo».
Ana P. Cabrero