La truculenta historia entre Alba Carrillo y Feliciano López parece no tener fin. Después de la exclusiva que concedió la modelo, en la que desvelaba que el tenista le había pedido el divorcio, han sido varios los capítulos que han coleado y que están convirtiendo esta historia en la más comentada del verano dentro del mundo del corazón.
Lo último acaecido ha sido una entrad en la cuenta de Instagram de alba, en la que se desahoga y arremete contra todos aquellos que han defendido a su ex: «Venga, ¿alguien más que se quiera subir a este carro? Mi delito ha sido no aguantar todo por llevar un bolso bueno colgado en el antebrazo», comienza.
«Me sorprendió el divorcio en su momento (ahora ya no porque tengo piezas del puzzle que no tenia) porque la que tenía motivos más que suficientes para dejar la relación era yo, pero luchaba sin parar porque estaba enamorada», asegura. Muy dolida, la top model no cesa en su empeño de asegurar que la culpa de que su relación haya fracasado la tiene única y exclusivamente el deportista.
«Estoy cansada ya, si la gente tiene una vida tan plena,no se qué hace hablando de temas que no son los suyos. Que se dediquen a dar el «cante», porque todos son muy buenos amigos suyos pero no se bajaron del barco el verano pasado para ir a su boda«. Así Alba da a entender que algunas personas, como bien puede ser el matrimonio formado por Carolina Cerezuela y Carlos Moyá, compañero de profesión de Feliciano, han criticado la actitud de Alba y ni siquiera se preocuparon por acudir a su enlace en Toledo y prefirieron disfrtar de un lujoso yate en Mallorca.
«Mis amigos ,como son anónimos y de toda la vida ,se dedican a apoyarme en silencio ,que es lo que deberían hacer todos, ya que no han estado debajo de mi cama para saber lo que pasaba,algunas igual encima pero debajo…NO!». Con este párrafo la 'celeb' da a entender que el que pronto será su exmarido le fue infiel con otras mujeres, tal y como adelanta en 'Vanitatis': “Yo no lo sabía. Me he enterado ahora que a los dos meses de casados ya estaba con otra. Sé de buena tinta que hubo varias”.
Ana P. Cabrero