Dani Mateo se ha manifestado a través de las redes sociales después de las polémicas imágenes publicadas por una conocida revista en la que el periodista aparecía muy acaramelado con una joven modelo. El mensaje, publicado este miércoles, iba dirigido a su mujer, Elena Ballesteros, que ha cumplido 35 años este 6 de julio: “Hoy cumple años la mujer con la que he pasado ocho años maravillosos. Eso no lo cambia nada ni nadie. Gracias Elena Ballesteros. Y ¡felicidades! “.
Hoy cumple años la mujer con la que he pasado 8 años maravillosos. Eso no lo cambia nada ni nadie. GRACIAS @elenballesteros Y felicidades!
— Dani Mateo (@DaniMateoAgain) 6 de julio de 2016
Estas palabras no han sido comentadas por la actriz, que sí que agradecía en su cuenta de Twitter las felicitaciones de su hermana, amigos y compañeros de profesión. Dos son las interpretaciones que se pueden después de leer a Mateo. La primera, que todo sigue bien entre ellos y que la chica que aparecía junto al colaborador de ‘El Intermedio’ es solo una amiga con la que tiene una complicidad especial, y la segunda y más probable (dado que Elena no se ha manifestado al respecto y que se dirige en pasado a los años vividos junto a su mujer) es que, pese a que han puesto punto y final a su relación, Dani sigue teniendo mucho cariño a su ex y ha querido dejarlo claro de manera pública.
La 'amiga' de Mateo se desnuda en Instagram
Teresa Bass es el nombre al que responde la guapa Granadina con la que Dani paseó por las calles de Madrid, rió en incluso comió de su mano. La joven, consciente de que sus seguidores han aumentado desde que saliera a la luz lo suyo con el profesional de la comunicación, compartía esta semana una sensual imagen en la que aparece completamente desnuda.
Un fino pañuelo es lo único que cubre parte del trasero de la modelo, que, en apenas cuatro días, ha sumado 2.000 seguidores nuevos en su perfil de Instagram. La morena, de 26 años, lleva años teniendo éxito en las redes sociales, pero su aparición estelar en el la prensa rosa le ha dado más tirón del que hubiera pdido imaginar.
Ana P. Cabrero