El mundo del corazón está revuelto esta semana gracias a Olvido Hormigos y Alessandro Lequio. O más bien a María Patiño, la encargada de abrir la caja de Pandora en 'Sálvame'. La periodista, aunque supuestamente de manera involuntaria, fue la que desveló la identidad de ese «famosos colaborador de Telecinco» con quien la exconcejala de Los Yébenes había tenido una aventura amorosa.
La revolución se creó el pasado viernes en el 'Deluxe', de manera en que Patiño se quedaba blanca, dadas sus imprudentes declaraciones. La andaluza mantiene una estrecha amistad con el conde, y de inmediato se dio cuenta de que había metido la pata hasta el fondo. “Fue una metedura de pata espontánea. Me siento muy culpable y no estoy a gusto conmigo misma. Aparte de periodista, estaba hablando de unas personas a las que tengo cariño»,confesaba. «He sido muy torpe, no he estado a la altura profesional. No me siento orgullosa. Necesito que me creáis”.
«A lo largo del fin de semana se han puesto en contacto conmigo numerosos compañeros y algunos me preguntaban si esto estaba guionizado y no es así, fue una metedura de pata espontánea”, matizaba. Además, aseguraba que ya había recibido el beneplácito de su amigo, y que todo estaba bien entre ambos: «Esa noche le pedí pedí perdón a Alesasandro Lequio y no dudó de mí. Me dijo que no había ningún problema”.
Lequio hace caso omiso a la información
Mientras, el colaborador de 'El programa de Ana Rosa' pasa unas agradables vacaciones junto a su hijo, e ignora todo el revuelo que se ha generado a su alrededor. La polémica parece no haber afectado ni a Lequio ni a su mujer, según da a entender él mismo a Vanitatis, donde echa balones fuera y le resta importancia al asunto: «Estoy jugando al golf en Portrush, una localidad al norte de Irlanda».
«Son más amigos que pareja, son muy colegas. Ella tiene mucha personalidad. Cuando los he visto juntos, nunca he dudado de la relación en absoluto», llegaba a declarar Patiño de la relación que el italiano tiene con su esposa, María Palacios, con la que lleva 17 años, siete de ellos casados. Sin dejar las cosas claras, la expareja de Ana Obregón se centra en su familia y en que su futura hija, Ginevra, nazca en perfectas condiciones.
Ana P. Cabrero