Ser toda una celebridad mundial tiene, como todo, sus pros y sus contras. La gran repercusión mediática de figuras como Gigi Hadid provoca que, en ocasiones, se conviertan en el objetivo de ciertos agresores que no dudan en usar sus malas artes contra ellos. La modelo fue victima de un acosador en la tarde de este jueves cuando, a la salida de un desfile en la Semana de la Moda de Milán, fue cogida en volandas por un supuesto desconocido.
La joven no dudó en propinar varios codazos sobre el rostro del chico, que huyó después de recibir los golpes. La identidad del mismo ha acabado por ser descubierta, ya que no era la primera vez que actuaba de esta manera con algún rostro conocido. Se trata de Vitalii Sediuk, un ucraniano de 28 años cuya figura es muy conocida en su país, precisamente por la práctica de este tipo de actos.
Gigi defended herself when a man grabs her after the Max Mara show. pic.twitter.com/IsHEkTkkER
— Hadid News (@HadidNews) 22 de septiembre de 2016
En el año 2014 fue arrestado en Los Angeles por molestar a Brad Pitt en el estreno de 'Maléfica', durante el cual rompió las gafas del actor. Tras el ataque, Pitt entró rápidamente en el cine y pidió una orden de alejamiento contra Sediuk. Fue sentenciado a 20 días de trabajos comunitarios y tuvo que pagar 20.000 dólares para librarse de la cárcel.
Pitt y Hadid no son sus únicas víctimas. En el año 2011 tuvo su primera gran intervención en el Festival de cine de Venecia junto a Madonna, al intentar regalarle un gran ramo de hortensias, flor que la cantante odia. Al año siguiente, durante el estreno de 'Men in Black 3', besó a Will Smith en los labios, algo que que provocó la ira del intérprete, que acabó por darle un pequeño golpe en la boca. En 2014 manoseó a Kim Kardashian en París mientras acudía con su marido, Kanye West, a la Semana de la Moda de esta ciudad, además de molestar a otros rostros conocidos como Leonardo DiCaprio, Miranda Kerr o Bradley Cooper.
Acoso extremo
Marion Cotillard, de actualidad esta semana por el supuesto ‘affair’ que mantuvo con Brad Pitt antes de que éste anunciara su divorcio con Angelina Jolie, también ha sufrido el revés de la fama. En 2011 una mujer con desorden bipolar se obsesionó con ella, hasta llegar al punto de enviarle 504 correos electrónicos y 120 vídeos en un período de cuatro días. La francesa denunció lo sucedido, y el juez, que falló en favor de Cotillard, envió a la culpable a un centro psiquiátrico.
Paris Hilton atesora a sus espaldas varios casos de acoso. En 2010, por ejemplo, un tal Nathan Lee se coló en su casa , cuchillo en mano, y terminó preso. Un año más tarde volvió a tener otro episodio similar en el interior de su domicilio. En 2014 Lukas Redanz fue arrestado fuera de la casa en la que Paris habita, y su respuesta ante la pregunta de qué lo había llevado a violar propiedad privada fue que estaba enamorado de la rubia millonaria y que necesitaba verla.
El caso de Gwyneth Paltrow es, cuanto menos, curioso. La que muchos dicen que es la actriz más odiada de todos los tiempos, fue acosada por un pizzero, que tras ver a la americana en uno de sus repartos, cayó rendido a sus pies. Durante un tiempo no paró de enviarle cartas, flores, revistas pornográficas y, por supuesto, pizza. Dante Soiu, el joven en cuestión, fue declarado culpable y enviado a un centro de tratamiento psiquiátrico para tratar su obsesión.
Con Sandra Bullock la cosa se llegó a prolongar hasta siete años, los mismos que su acosador tardó en salir de la cárcel para, poco después, reincidir. Pero ese no fue el único caso: hace dos años un joven llamado Joshua Corbett irrumpió en la propiedad de la actriz en medio de la noche, mientras ella dormía. Lo más grave es que llevaba un arma consigo y, tras allanar la vivienda, se descubrió que tenía un verdadero arsenal en su casa.
En el año 2010, Kim Kardashian tuvo que ponerle una orden de alejamiento a Dennis Shaun Bowman. El acosador de Kim se presentaba en todos los eventos en donde la 'socialité' trabajaba, y trataba de intimar con ella diariamente. En 2013, Kardashian recibió una orden definitiva en la que su acosador no podía estar cerca de ella bajo ninguna circunstancia. En 2013, Un juez declaró que no podía ni siquiera contactar con ella a través de Twitter.
Thomas Brodnicki es otro de los fans enfermizos que estuvieron a punto de acabar con la vida de su idolatrada estrella. El hombre de 46 años admitió que tenía conversaciones con Dios en las que él le pedía que matara a la cantante Selena Gomez. En 2011, un juez lo citó para que admitiera que suponía un peligro público para la sociedad. Brodnicki citó entonces: “No me opongo a la restricción de acercamiento. Sé que esto va a impedir que le pase algo a Selena».
Ana P. Cabrero