Alba Carrillo no está dispuesta a irse con las manos vacías en el proceso de divorcio de su ex, el tenista Feliciano López. Hace unos meses se apuntó en 'El programa de Ana Rosa' que la modelo le había pedido a Feliciano la mitad de los ingresos que el deportista ganó en los siete meses que estuvieron casados sin firmar el régimen de separación de bienes.
Este lunes la revista '¡Qué Me Dices!' ha publicado una información en la que asegura que la madrileña le exige, a través de sus abogados y de manera judicial, 120.000 euros. La periodista Paloma Barrientos justificaba este hecho: «Ella ha sufrido mucho en todo esto, estaba súper enamorada. Es normal que busque cualquier resquicio legal para su beneficio».
Aunque Alba contestó la demanda de divorcio en septiembre, hubo un defecto de forma que se subsanó en el mes de octubre. Alba y Feliciano se casaron en régimen de gananciales el 17 de julio de 2015 en Toledo. Al parecer, el ajetreado calendario del toledano provocó que la firma notarial para la separación de bienes se fuese postergando hasta febrero de 2016.
Según la contestación a la demanda que han presentado los abogados de la modelo, Alba no habría firmado estas capitulaciones de saber que su marido tenía intención de divorciarse. El escrito asegura también que la colaboradora de 'Hable con ellas' tampoco habría abandonado la casa conyugal el día 3 de mayo si hubiera conocido que la intención del tenista toledano era dejarla vía Whatsapp sólo tres días después.
La contestación a la demanda también apunta que Feliciano, después de dejarla, le ofreció, a través de mensajes de móvil, un dinero para que ella y su hijo rehicieran su vida. Los que conocen a la pareja aseguran que su batalla judicial no será sencilla. En un principio pintaba bien: no tienen hijos en común, la casa es de él y su matrimonio duró menos de un año. Sin embargo, según apuntó Antonio Rossi, Alba y Feliciano tienen bastantes cosas que solucionar todavía: «Se dijo que no tenían nada en común y ahora se habla de una empresa que formaron para facturar la exclusiva que ofrecieron por su boda y algunos eventos que compartieron también durante su matrimonio».
Ana P. Cabrero