Paula Echevarría ha tenido un año complicado. Pese a que profesionalmente continúa cosechando muchos éxitos, en el plano personal ha atravesado la ruptura más dura de su vida: la de su marido, David Bustamante. Aun así, la actriz intenta salir a la calle siempre con una sonrisa y disfrutar de los muchos familiares y amigos que han permanecido a su lado. Por eso ha empezado el año con muy bien pie y al lado de un grupo muy querido para ella.
Paula ha quedado con dos de sus grandes y amigas y compañeras de profesión: Marta Hazas y Cecilia Freire. «¡Dando la bienvenida al año nuevo!», publicó junto a una fotografía en la que aparece junto a las actrices de Velvet y otras chicas que también forman parte del equipo. La reunión se produjo en el Mercado de San Antón, situado en el barrio de Chueca (Madrid), lugar en el que tanto Paula como Marta se lo pasaron en grande, pues no pararon de echarse fotos.
Imágenes tomadas tanto en la terraza del edificio, junto a unas esculturas con forma de cerdito obra del artista toledano dEmo y al lado de una especie de cultivo tamaño mini. «Vente conmigo al huerto», escribió Paula entre notas musicales (la estrofa forma parte del tema 'Quiero abrazarte tanto', de Victor Manuel) en una de sus historias de Instagram.
En cuestiones de pareja, el corazón de la asturiana parece navegar en solitario. Bustamante dejó de seguir a su aún mujer en las redes sociales, pero ha ido junto a ella a la Cabalgata de Reyes. Los dos parecen mantener una relación cordial para no influenciar negativamente a su hija Daniella. Aún así, y a que hacen esfuerzos por mantener a la familia unida, los dos acudieron por separado a la función escolar de la pequeña.
«No soy el portavoz de la pareja. Mi mujer y yo somos íntimos amigos de Paula y David, siempre viajamos juntos, siempre hemos estado juntos… y ahora la situación es la que es, la que veis y la que sabéis. Cuando estoy con ellos yo los veo bien», declaró hace unos días Poty, íntimo de ambos, que deja claro que aunque sentimentalmente ya no hay nada entre ellos, el respeto lo siguen manteniendo.
Ana P. Cabrero