La Navidad es una de las fechas más señaladas del año, y con motivo de estas fechas el hijo de Ana Obregón ha hablado de su enfermedad ahora que parece que está preparado para hacerlo. Cabe señalar que él mismo anunció a través de sus redes sociales que hablaría del asunto cuando se sintiera con las fuerzas suficientes para hacerlo, y así lo ha demostrado.
Para ellos han sido unos meses largos en los que han procurado estar todos juntos. Desde entonces parece que vive la vida con muchísima más intensidad según ha contado: «Cuando me pasó esto, digamos que me di cuenta de que no podía confiar en que, después de este tren, vaya a pasar otro. Y ahora estoy como loco, intentando saltar y subirme a cada uno que pasa». Por otro lado, parece que hay cosas que no han cambiado: «Sigo siendo el chico despistado de siempre».
Esta enfermedad, a pesar de que no es un tema tabú, sigue siendo un estigma según ha contado él y tiene un propósito: «Me gustaría llegar a normalizar e incluso vulgarizar la palabra cáncer, para que la gente lo vea como un simple diagnóstico médico más». Con toda la normalidad del mundo habla de ello, y añadió: «Yo no soy especial. Estoy en esta situación y hay personas que están en otra, peor o mejor que la mía. Creo y espero que esta simpatía que la gente me demuestra sea igual para todo el mundo».
Creo que no hay acontecimiento sobre la faz de la tierra, ni siquiera una guerra nuclear, que pueda unirnos más». Su buen humor y ser una persona optimista le ha ayudado mucho en este proceso: «Si eres una persona muy feliz, que está siempre sonriendo, cuando te vienes abajo, en realidad, sigues estando en el lado positivo de las cosas. Yo nunca he pasado esa línea. Nunca».
Redacción