Sean Bean, actor de películas como El Señor de los Anillos o la serie Juego de Tronos, no parece gustarle la idea de tener coordinadores de intimidad en el set de rodaje para escenas de sexo. Según su opinión «estropean la espontaneidad«. Algo que comenzó a convertirse en una norma de la industria tras el movimiento #MeToo.
Los coordinadores de intimidad son contratados en producciones de cine y televisión para asegurarse de que todos los involucrados en una escena sexual estén de acuerdo, coreografiando movimientos y midiendo los niveles de comodidad.
Si bien tener uno en el set se está convirtiendo en una práctica común, ese no era el caso cuando Bean y Joely Richardson filmaron la miniserie erótica de la BBC «Lady Chatterly’s Lover» a principios de los 90. Hablando con The Times en el Reino Unido, se le preguntó a Bean cómo cree que les habría ido si hubieran tenido uno trabajando en la producción en ese momento.
En palabras del actor: «Me inhibiría más. Alguien que diga, haz esto, pon tu mano allí, mientras tocas su cosa… Creo que la forma natural en que se comportan los amantes se arruinaría si alguien la redujera a un ejercicio puramente técnico».
Para apoyar las palabras del británico, la actriz Lena Hall quien compartió trabajo con él en la serie Snowpiercer añadió: » A menudo, el mejor trabajo que haces, donde estás tratando de traspasar los límites, es censurado cuando las compañías de televisión o los anunciantes dicen que es muy explícito. Sean es un actor increíble y me hizo sentir no solo cómoda, sino también como si tuviera un verdadero compañero de actuación en esas escenas extrañas«, aseguró.
Sin embargo la actriz inglesa, Jameela Jamil, no piensa lo mismo. Según la intérprete de películas como DC, La Liga de las Supermascotas o Cásate Conmigo, afirma: «Supongo que cada cuál tiene su opinión, pero he encontrado que los coordinadores de intimidad son realmente útiles». Y concluyó: «Nuestro trabajo como actores es hacer que no parezca artificial. Nadie quiere sentirse manoseada«.