Hoy, Barcelona ha perdido al famoso peluquero, Lluís Llongueras, debido a un cáncer de garganta. A lo largo de su vida, este talentoso profesional dejó una huella imborrable en la industria de la belleza.
Desde joven, a los 14 años, comenzó como ayudante en la prestigiosa peluquería Can Dalmau, donde se sintió fascinado por la elegancia y el glamour de las mujeres que visitaban el taller de su padre, un reconocido modisto.
Llongueras inauguro en el 72 la primera peluquería unisex
En 1958, junto a su hermano, abrió su primera peluquería en Barcelona, marcando el inicio de un imperio que se expandiría por todo el mundo. En 1972, dio un paso audaz al inaugurar la primera peluquería unisex de España, rompiendo estereotipos y adelantándose a su tiempo.
A lo largo de su carrera, tuvo el honor de atender a numerosas personalidades famosas de su época. Desde Aga Khan hasta Carmen Sevilla, Lola Flores, Rocío Jurado, la Reina Sofía y la Duquesa de Alba, entre otros. Fue el creador del icónico ‘corte palmera’, inmortalizado en la imagen de la periodista Julia Otero. Además, junto a Salvador Dalí, diseñó la peluca más grande del mundo, que aún figura en el Libro Guinness de los Récords.
En reconocimiento a su destacada trayectoria, en 1990 recibió el prestigioso International Legend Award en Nueva York, otorgado por el Art & Fashion Group de Estados Unidos. Posteriormente, en 2001, fue galardonado con la Cruz de San Jordi.
Sin embargo, la vida del peluquero no estuvo exenta de desafíos. En 2010, fue despedido por su propia hija a través de un burofax, lo que desencadenó un conflicto legal entre ambos. Afortunadamente, lograron llegar a un acuerdo que puso fin a la disputa y preservó su legado.
Hoy, Barcelona y el mundo de la peluquería lloran la pérdida de este talentoso y carismático profesional, cuyo legado perdurará en la historia de la belleza y el estilo.
Sus contribuciones a la industria y su habilidad para realzar la belleza de las personas quedarán grabadas en la memoria de aquellos que tuvieron el privilegio de conocerlo y trabajar con él. Descanse en paz.