Además de que la infidelidad pública de Íñigo Onieva, que comportó la ruptura de la pareja a finales de 2022 y de su compromiso matrimonial, la preparación de la boda de Tamara Falcó ha estado rodeada de situaciones extrañas y contratiempos que han obligado a los novios a optar por planes B.
Tan así ha sido, que muchos son los que opinan que estos contratiempos son realmente señales a las que Tamara Falcó debería estar atenta para advertirle que no debería casarse con Íñigo Onieva. Y es que, muchos son los fans de la socialité que no perdonan las varias infidelidades del empresario y no confían en él como la mejor pareja para Tamara.
¿La boda de Tamara Falcó está gafada?
Desde el primer compromiso, la posterior infidelidad y ruptura, la reconciliación y la reactivación del enlace, la boda de Tamara Falcó ha estado rodeada de contratiempos y una mala suerte que muchos interpretan como señales para que la hija de Isabel Preysler reflexionara sobre la viabilidad de su unión con Íñigo Onieva.
Analizamos uno a uno estos contratiempos para confirmar que, si bien no sabemos si está gafada, la boda de Tamara Falcó sí ha estado rodeada por varios dolores de cabeza.
Infidelidad pública
Solo una semanas después de haber regalado a Tamara Falcó un anillo de compromiso, Íñigo dio fe de su fama de discotequero cuando asistió en 2022 al festival Burning Man en el desierto de Nevada, que se celebró del 28 de agosto al 5 de septiembre. El 22 de septiembre, Tamara publicó en sus redes la foto del anillo de brillantes que Íñigo le había regalado al declararse y confirmó que se casaban el verano siguiente.
Sin embargo, solo 24 horas después del anuncio del compromiso en televisión, Sálvame emitió unas imágenes de Íñigo besando a otra mujer en el festival de Nevada. Rápidamente, todos los medios se hicieron eco de la infidelidad, a pesar de que Onieva lo negó todo, afirmando que las «imágenes son de 2019» y asistió a la boda de unos amigos con Tamara Falcó.
A pesar de que en un principio Tamara creyó firmemente a Íñigo, un asistente al festival Burning Man del 2022 demostró que las imágenes eran de solo unas semanas atrás, algo que hizo abrir los ojos a la hija de Isabel Preysler, quien rompió su compromiso y anuló la boda, además de borrar la foto del anillo de su perfil en Instagram.
Reconciliación sorpresa
Tras romper con Íñigo, Tamara peregrinó a Lourdes y viajó a Qatar con la compañía de Hugo Arévalo, su nueva ilusión (que desató la ira y los celos de Onieva).
Sin embargo, en diciembre empezaron a surgir los rumores de reconciliación con Íñigo Onieva, cuando los dos acudieron juntos a la tradicional Misa del Gallo el día de Navidad. Tamara acabó reconociendo que lo había perdonado y él juró que se había reformado. El compromiso entre ambos se reactivó, Íñigo le regaló un nuevo anillo y se mantuvo la fecha de la boda.
El cambio de fecha de la boda
La reactivación de la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva fue el principio de la gran serie de contratiempos que los novios han sufrido durante sus preparativos. En un principio, la pareja decidió mantener la primera fecha para su boda, el 17 de junio, pero más adelante tuvieron que posponerla al 8 de julio, la fecha actual.
Algunos de los motivos fueron el embarazo de Isabelle Junot, mujer del primo de la novia, Álvaro Falcó, quien salía de cuentas a mediados de junio y no habría podido asistir a la boda.
Sin vestido de novia a solo dos meses de la boda
Los preparativos de la boda de Tamara Falcó parecían ir viento en popa hasta que la marca que iba a encargarse de realizar su vestido de novia, Sophie et Voilà, anunciaba que abandonaba el encargo. ¿El problema? Solo quedaban dos meses para la celebración de la boda.
Las diseñadoras al frente de la marca bilbaína acusaron a Tamara Falcó de una actitud déspota y de exigir copiar un vestido de novia vintage de Chanel, algo que colmó el vaso de la marca. «Nuestra ética empresarial nos impide traspasar ciertos límites que pondrían en peligro la autoría original del diseño», decía el comunicado de Sophie et Voilà. Tras el varapalo del abandono, Tamara se puso las pilas, viajando a Nueva York in extremis para elegir a Carolina Herrera como nueva diseñadora de su vestido.
El mal estado de la finca El Rincón
El lugar de la celebración sería la finca El Rincón, una propiedad de Tamara que heredó tras el fallecimiento de su padre, Carlos Falcó, marqués de Griñón. Sin embargo, casi estuvieron a punto de cambiar de ubicación, debido a las pésimas condiciones en las que se encontraba la finca y la vivienda, algo que contó la propia Tamara en su sección en ‘El Hormiguero’.
Al parecer, en la propiedad solo funcionaba un baño, había ratas y el equipo de Netflix que grabó allí la docuserie ‘La marquesa’ se quedó sorprendido por el estado ruinoso de la propiedad. La decisión de Tamara por mantener la boda en El Rincón obligó a los novios a hacer chapuzas exprés, como la colocación de baños portátiles y la instalación de una carpa para celebrar la fiesta.
Despedida de soltera en silla de ruedas
Tamara Falcó quiso despedir su soltería en un conocido lugar de peregrinación cristiana, la localidad portuguesa de Fátima. Sin embargo, solo unas semanas antes la marquesa de Griñón sufrió un nuevo percance: un esguince de tobillo que la obligó a pasar su despedida de soltera con muletas y en silla de ruedas.
¿Nueva infidelidad de Íñigo Onieva?
Por si las señales no fueran suficientes, pocos meses antes de la boda volvieron a salir a la luz rumores sobre una nueva infidelidad de Íñigo Onieva. Esta vez lo acusó una agente de la Policía Nacional quien contó en televisión que había conocido a Onieva en una discoteca y que habían mantenido relaciones sexuales en el baño de la discoteca donde él era relaciones públicas.
Además, la mujer también contó que se vieron más veces y que incluso llegó a ir con Íñigo a la casa que él compartirá con Tamara después de casarse.
Íñigo es despedido de su trabajo
Un mes antes de la boda, el empresario fue despedido de su trabajo como relaciones públicas de dos restaurantes de Madrid, tal y como reveló Belén Esteban en Sálvame, quien contó que «le han dicho que no vuelva» después de una reestructuración empresarial por parte de la gerencia de la empresa.
El robo de las joyas
El último episodio del gafe de la boda de Tamara Falcó ocurrió hace tan solo una semana, cuando algunos medios informaron que las joyas de la boda habían sido robadas, algo que Íñigo Onieva desmintió rápidamente.
Sin embargo, el robo sí afectó a las joyas de la boda, concretamente a las que iban destinadas a los invitados de Íñigo, como su madre Carolina Molas, quien ya había elegido unos pendientes que finalmente no podrá lucir durante el gran día.