lusionada, Estela Izaguirre, una hondureña de 35 años, anunciaba en sus redes sociales el pasado domingo su boda con Didier Calderón, de 27 años. Ambos son hondureños y vivían en Barcelona. El mensaje de la mujer es una declaración de amor público en toda regla:
Iban a casarse pero sus planes se truncaron y muestra de ello es la red social del novio. Didier no compartía con sus conocidos el menú de la boda ni el vestido para el enlace, sino una foto con dos cadáveres momificados y esta frase: así de clarito. La publicación mortífera de Didier iba acompañada de una frase de otro internauta: «Mira dónde queda la arrogancia, la prepotencia, cuando te crees más que los demás».
Esto lo escribió doce horas antes de matarla a puñaladas. Hasta la propia mujer le respondió «así es mi amor».
El agresor le asestó varias puñaladas en la habitación en la que vivían y la dejó malherida. Tras el crimen Didier huyó y fue a lavarse la sangre a una fuente cercana. Luego, al saber que los Mossos estaban en la casa, regresó para entregarse.
Cuando los Mossos llegarón al inmueble han encontrado que en una estancia del piso se encontraba a Estela gravemente herida, por lo que fue evacuada a un centro hospitalario de Barcelona, donde falleció a las 12.00 horas.
A los Mossos no les consta denuncias previas de la fallecida por maltrato ni tiene antecedentes de agresiones anteriores.
Redacción