Según ha informado hoy la policía catalana, el conductor, de 43 años, nacionalidad española y vecino de Girona, fue detectado hacia las 20.00 horas del pasado miércoles, 24 de julio, en un control de velocidad en la AP-7, circulando a 212 kilómetros por hora.
Los agentes detuvieron el vehículo y le notificaron al conductor la denuncia por exceso de velocidad, momento en que comprobaron que presentaba signos evidentes de encontrarse bajo la influencia del alcohol.
Ante esta situación, le practicaron la prueba de alcoholemia, en la que triplicó el límite permitido.
Los Mossos intentaron entonces que su acompañante se encargara de conducir el vehículo, pero este también dio positivo en la prueba de alcoholemia, por lo que el vehículo quedó inmovilizado.
La policía catalana ha abierto diligencias penales al conductor como supuesto autor de un delito contra la seguridad viaria, por lo que ahora está pendiente de que le cite a declarar el juzgado de guardia de Girona.
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